Determinadas especies de tiburón que tienen su hábitat en aguas ecuatorianas son analizadas dentro de un proyecto que se encuentra en la fase final de investigación biotecnológica, cuyo objetivo es hallar cura para el cáncer, anunciaron aquí especialistas canadienses.
Alrededor de 100 millones de dólares y una década de trabajo le ha costado a los laboratorios Aeterna Inc., de Québec, Canadá, la fabricación del medicamento Neovastat AE941, un producto hecho a base de cartílagos de tiburón que “está siendo probado con éxito por enfermos de cáncer en América y Europa”, dijo Daniel Bernier, especialista en ese proyecto.
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Con pescadores
Bernier llegó a Manta la semana pasada y se reunió con exportadores, pescadores y biólogos ecuatorianos para conocer detalles de las capturas y de las especies de tiburón que se pescan en la costa ecuatoriana.
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“En el producto Neovastat trabajan alrededor de 70 científicos y luego de pasar dos fases clínicas con animales, ahora se está probando con unos 800 enfermos que padecen cáncer de riñones y pulmones”, dijo Bernier.
Las primeras fases de investigación se han realizado con los cartílagos del Mustelus schmitti, una especie que no existe en nuestras costas, dijo Jimmy Martínez, un biólogo que habló con los interesados sobre las diferentes especies de tiburones que existen en Ecuador.
Aeterna Inc. también utilizará los cartílagos frescos de especies más cosmopolitas que sí hay en nuestros mares, como el tiburón azul, conocido también como aguado, y el casón de leche.
El biólogo Martínez agregó que la investigación de los extranjeros en Ecuador ayudará a identificar cuáles serían las nuevas especies de tiburones que pueden contribuir a curar el cáncer.
“Adicionalmente este interés debería crear conciencia en pescadores y autoridades respecto de la importancia de la conservación de estas especies, estableciendo programas de control, educación ambiental marina y conservación de los existentes”.