Un obispo católico quiere vender su residencia oficial, estimada en un millón de libras (alrededor de 1,4 milones de dólares), y utilizar el dinero para ayudar a los pobres, indicó hoy el periódico The Guardian.
Patrick ODonoghue, obispo de Lancaster (noroeste de Inglaterra), indicó en una carta pastoral, enviada el domingo a 116.000 católicos de su diócesis y que fue leída en 109 parroquias para la fiesta de pentecostés, que quería reducir al mínimo los gastos ceremoniales y la burocracia relacionados con su función, y pasar más tiempo entre los sacerdotes y la población.
Por ello decidió vender su magnífica residencia victoriana de 16 habitaciones en Lancaster.
"Quiero ser un obispo que actúa. Quiero decirle a mi pueblo que la Iglesia es más que grandes residencias que son el símbolo de un prestigio de otra época".
"Necesitamos una revolución en la Iglesia. Es una palabra peligrosa de utilizar. Pero debemos mirar nuestras estructuras, si no terminaremos como guardianes de mausoleos y de museos y no como guardianes de los pobres".
El obispo planea utilizar el usufructo de la venta de su residencia para financiar proyectos destinados a disminuir la miseria y los problemas de droga en su obispado como también para las iniciativas interconfesionales.
Continuará utilizando algunas habitaciones de su catedral, pero pasará la mayor parte de su tiempo fuera, viviendo con los sacerdotes.