El cuerpo de Ladislao Kubala recibió sepultura, pasadas las 18.00 horas, en el cementerio de Les Corts, delante del Camp Nou, después de que fuera oficiado un funeral en la iglesia de Santa Tecla, en la misma barriada en la que está ubicado el estadio del Barcelona.

Sus compañeros de equipo fueron los encargados de entrar y sacar a hombros el féretro con los restos del jugador que fue despedido además por aficionados, directivos del Barcelona y el Espanyol, clubes en los que jugó además de un buen número de representantes de la política.

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Tanto a la entrada como a la salida el féretro fue saludado por centenares de aficionados que al no poder acceder al recinto eclesiástico quisieron despedir con aplausos a su mito.