Tiene solo 19 años, pero ya ostenta tres títulos en fisicoculturismo. Paolo Miraglia Ycaza es de esos jóvenes pasivos pero perseverantes, que encuentran en el deporte una razón para crecer como personas y alcanzar títulos que llenan de felicidad y de orgullo.

Fue en el gimnasio de su madre, Miriam, donde a los 16 años el campeón decidió hacer crecer sus músculos. Lo hizo para darle forma a su delgado cuerpo, como muchos chicos de su edad desean. Pero después de un tiempo le atrajo la idea de conseguir algo más e incluso competir. Allí se puso como meta convertirse en Míster Ecuador, título que ya logró.

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Fue en Cuenca, donde el pasado 27 de abril el deportista guayaquileño -que siete días antes había ganado el provincial de Guayas- se impuso en la categoría novatos y también en la de mayores. Allí venció a rivales que tenían seis y siete años más que él. Razón suficiente para que él y su familia valoren lo alcanzado.

Tres trofeos son hoy el principal atractivo de aquel gimnasio, donde hace tres años inició por curiosidad los ejercicios diariamente. Allí su madre cuida y muestra a todos el mejor logro de su hijo.

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Pero conseguir esa ubicación en el fisicoculturismo ecuatoriano no ha sido fácil para el risueño Paolo. Antes de cada competencia debe prepararse con sacrificio. El mayor de todos es el límite que debe poner en su alimentación, en la que tienen que primar las proteínas y eliminarse los carbohidratos.
Por eso durante doce semanas todos los días ingiere 30 claras de huevos cocidas y cinco pechugas de pollo, solo hervidas, porque tampoco debe consumir sal ni aceite. Eso lo acompaña con un “poquito” de arroz o algo de papa.

Para que todo dé los resultados deseados, además de las dos horas y media de ejercicios que hace en cada jornada, él debe comer cinco veces al día. Por eso cuando tiene que salir a las clases de Ciencias Digitales, que estudia en el Instituto Gráfico de Artes y Ciencia Digitales, tiene que llevar consigo una lonchera con las raciones de comida que necesitará mientras está fuera de casa, donde siempre permanece concentrado.

Durante ese tiempo de preparación en la vida de Paolo tampoco hay diversiones. Es allí cuando adquiere libros. Le agrada la lectura y entre sus escritores favoritos está el brasileño Paulo Coelho, cuyas obras son las que más lee.

Cuando se le consulta ¿hasta dónde avanzará? ¿Acaso aspira ser Míster Universo? Paolo contesta de inmediato, expresa que quiere alcanzar lo máximo que pueda en el fisicoculturismo. Y al instante de responder la segunda pregunta reconoce que su estatura no es la mejor. Además, el fisicoculturismo es caro y debe destinar a su práctica todo dinero que sus padres le obsequian.

Hoy, por ejemplo, tiene una duda. No sabe si se preparará para competir en el Míster Iberoamericano que se efectuará en septiembre próximo. Deseos tiene, calidad corporal también, pero le resta definir el aspecto económico. Él siempre tiene el apoyo de sus padres en cuanto a dinero, pero tampoco quiere causarles demasiadas molestias.

Es que Paolo, pese a la comodidad que ha tenido en su vida, es un chico sencillo. Es de esos que piensan que para triunfar en la vida se debe ser perseverante y no siempre dependiente de otros. Por eso quiere “reunir algo de dinero”, dice, y después tomará la decisión de ir al Iberoamericano para ser campeón, tal como hoy lo es en Ecuador.

Muy Personal

Nombres: Paolo Miraglia Ycaza.

Nació: En Guayaquil.

Fecha: 22 de julio de 1982.

Padres: Vitoriano y Miriam.

Hermana: Romina.

Pesa: 163 lb al momento de las competencias; cuando no entrena normalmente sube a 180 lb.

Mide:  1,75 m.

Entrena: Desde los 16 años.

Trabaja: Dos horas diarias en el gimnasio, los siete días de la semana.

Entrenadores:  Milton Cedeño y Alejandro Iturralde.