Según analistas, los votos que obtuvo la extrema derecha pasaron de 4,5 millones en 1995 para Le Pen a 5,4 millones en los comicios del 2002.
Tras dos semanas de campaña, más activa en la calle que en los mítines, los franceses escogerán mañana entre el presidente saliente Jacques Chirac y el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, una elección que adquiere un cariz de referéndum por la República.