Muchas veces con acierto, la sabiduría popular de sus habitantes ha impuesto originales nominaciones para pueblos, ríos, caseríos y cerros del Ecuador.

Un breve recorrido por las regiones del país  demuestra que parroquias y recintos, cerros, esteros, lagunas y ríos, tienen nombres originales, raros y llamativos impuestos por la sabiduría popular, que sin rigor académico pero con intuición, hace gala de gran acierto para resaltar los dones y configuración del medio donde vive.

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En salvaguarda de tales bautismos que se muestran muy especiales, el habitante común  también cuida la tradicional nominación del terruño y descarta las imposiciones oficiales que muchas veces, para ellos, están alejadas  de la realidad.

Esas particularidades y otras como las de pueblos de igual nombre en varias regiones y las arraigadas denominaciones de origen quichua, especialmente en la Sierra, hacen aún más interesante la espectacular geografía del Ecuador.

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Curiosos orígenes

Si estudiamos el nacimiento de la parroquia Pancho Negro, en Cañar, conoceremos que se remonta a la época cuando un esclavo negro de nombre Francisco, al término de la obra del ferrocarril Guayaquil-Quito, fijó su residencia y formó su familia donde se encuentra la población. De allí el nombre de Pancho Negro.

Algo parecido sucedió con Samborondón, en Guayas, donde el zambo Bartolomé Rendón  fue uno de los primeros vecinos.
Dice la tradición que Ballenita, parroquia del cantón Santa Elena, llama así porque cuando era apenas un caserío, allí se quedó varado un hermoso ejemplar de ballena. En cambio, que el recinto Palo de Iguana, en la vía Salitre-Yolán-Los Lojas, toma el nombre por la cantidad de esos reptiles en sus contornos.

A Salitre, cantón del Guayas, lo denominan de esa manera por sus tierras salitrosas, y a Olón, balneario peninsular, por las grandes olas de su mar.
Al cantón azuayo Nabón, se le dio el calificativo por el nutritivo nabo que prospera en sus haciendas.

De plantas y animales

En la Costa encontramos pueblos que poseen nombres de frutas en atención a que aquellas abundaron o todavía se cosechan en gran cantidad. Así nacieron los nombres de Cerecita, en la vía Guayaquil- Salinas, y Caimito, Ciruelo, Aguacate, Mamey y Pomarrosa que son recintos guayasenses.
No podemos olvidar los nombres de arbustos como Guarumo, Jaboncillo, Guachapelí, Madera Negra, Beldaco, Matapalo y  otros  con que se bautizó a diversos poblados costeños.

Los ríos Burro, La Pulga  y Mosquito, en Manabí, y Comején, en Guayas, indican que la zoología también predomina para escoger nombres.
En forma similar, dan fe los sistemas fluviales llamados Gato, Piojito y Zancudo.

 Existen además el cerro Cansa Toro, el recinto Perro Negro y el río Mata Chivato, que se unen a otros muy curiosos como el recinto El Tigre  y el río Garrapata.

Con la misma popularidad de la época de nuestros padres y abuelos, aún se escuchan por los mensajes radiales los populares nombres de los recintos Sube y Baja,  Tres Postes, Pocos Palos, Guare Firme, Poco a Poco, Engunga, Tugaduaja, Veinte Mil, Bajada de Pobres, Vuelta Larga, Casa de Tejas  y El Escondido, pertenecientes a la campiña costeña.

 Raíces aborígenes

Ciudades y localidades rurales de la serranía e incluso de la amazonia conservan casi intacta la toponimia aborigen, por ello sus nombres que, asimismo, prueban la certeza con que se los escogió.

Es el caso de Tiopullo, que significa arena con neblina; y, Tiocojas, que quiere decir mesetas de arena. Guaillabamba es llanura de piedra, y Riobamba, llanura o plano de viaje.

Papallacta es el país de las papas y Pumallacta es la nación de los leones.

También está Cuicocha, laguna de cuyes, y Yanayacu, río o agua negra; en tanto que Rumicucho es rincón de las piedras y Rumichaca, puente de piedras.

Nombres comunes

Otra particularidad de nuestra geografía es que hay ciudades, parroquias, recintos y caseríos que tienen nombres comunes.
Casos conocidos son los de Olmedo, cantones de  Manabí y Loja. El de Bolívar, nombre de provincia, de un cantón carchense y de las parroquias rurales de Muisne en Esmeraldas y Pelileo en Tungurahua.

El nombre de Atahualpa lo ostenta un cantón de El Oro y  parroquias rurales de Ambato, Quito, Eloy Alfaro (Esmeraldas) y  Santa Elena (Guayas).
También está Salinas, que además de ser el conocido balneario del Guayas, es parroquia de las ciudades de Guaranda e Ibarra.