Él es barcelonista “desde que estaba en la barriga de la mamá”, dice su progenitor Jimmy Garay, de 28 años. “Mijito, mijito alce las manos como que está en Sur Oscura”, le incita su padre, pero no es necesario porque Ariel al escuchar la palabra Barcelona se emociona inmediatamente.

Cuando cumplió dos meses de vida, Jimmy le compró a su primogénito la camiseta oficial del equipo torero y otras dos prendas con el escudo del plantel.

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Ariel es la tercera generación de la familia Garay, con una afición por el club barcelonés que se inició con el abuelo Franklin Garay, de 55 años, quien mientras cuida a su nieto todos los días -por las responsabilidades de trabajo de sus padres- le enseña a apreciar más a Barcelona.

Y aunque la mamá de Ariel, María Lorena Pazmiño, es emelecista -el archirrival de los toreros-, ella no puede evitar que la pasión amarilla en su hogar se extienda.

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Jimmy espera que el bebé esté más grande para llevarlo por primera vez al estadio Monumental, solo eso le falta para bautizarse como nuevo hincha de Barcelona.

Ariel aún no reconoce que un día como hoy, hace 77 años, se fundó el club de los colores que él desde ahora prefiere, ni tampoco sabe cuántas glorias acumula este equipo, pero eso no le impide ser el fiel reflejo de la continuidad de la mayor afición futbolística del país. Esa es la pasión popular que desde 1925 crece en la mayoría de los hogares de Ecuador.
Hace 77 años, el 1 de mayo de 1925, en el barrio del Astillero (que corresponde a la zona de Eloy Alfaro y Francisco de Marcos), el catalán Eutimio Pérez, un fanático del Barcelona Fútbol Club de España, decidió reproducir una institución futbolística en Guayaquil con el mismo nombre del Barça.

Fundó en la casa de Pérez (Eloy Alfaro 2100 entre Vacas Galindo y Cañar) el Barcelona Sporting Club.

En la inscripción del primer directorio aparecieron los nombres de Onofre Castells, presidente honorario (hijo de catalán); Valentín Sala (catalán), vicepresidente honorario; Carlos García Ríos, presidente; Carlos García Vergara, vicepresidente; Víctor Olvera, secretario; Rubén Darío Letamendi, prosecretario; Guillermo de la Cuadra, tesorero; José Miguel García, síndico; Antonio Pons (catalán), médico. Los vocales principales: Carlos Rites, Galo Pombar y Bolívar Guzmán; suplentes: Francisco Muñoz, Enrique Nugué (hijo de catalán).

El primer uniforme que utilizó la plantilla de Barcelona fue una camiseta negra con cuello blanco, pantalón corto blanco y polines negros con vivos blancos. Debutó en un partido en junio de 1925 e inscribió a 17 jugadores: Rigoberto Aguirre, Carlos Sangsterm, Joaquín Franco, Guillermo Miñán, Manuel Murillo, Juan Sánchez, Isaías Ronquillo, Joaquín Pacheco, Gabriel Martínez, José Morla, Ottón Márquez de la Plata, Gonzalo Zevallos, Galo Ronquillo, Pedro Pombar, Arturo Calderón, Bolívar Guzmán y Julio Criollo.

Pero la idolatría por Barcelona surge a finales de la década del 40, cuando un 5 de agosto de 1949 venció a Millonarios de Colombia, uno de los mejores equipos del continente.

En los años posteriores el club torero acumuló más éxitos. Actualmente es el que más títulos nacionales posee (13) y la única representación ecuatoriana con dos finales en la Copa Libertadores de América.

Y aunque hace cuatro años que no asiste al mayor torneo de fútbol en Suramérica, la pasión no deja de crecer en la mayoría de hogares del país.