Imparten una asignatura común que no consta en la de los fiscales, y se llama Cátedra de la Ciudad.
La educación municipal en Quito tiene una historia de 104 años, desde la fundación de la escuela Sucre. A partir de entonces se han creado 46 establecimientos (21 primarios y 25 secundarios) según las estadísticas de la Dirección Metropolitana de Educación y Cultura, que funciona en la restaurada Casa de los Presidentes en el centro histórico de la capital.
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Augusto Avendaño, director de la entidad municipal, explica que la transferencia formal del ciento por ciento de las atribuciones educativas al municipio se dio mediante decreto 504 del 29 de enero de este año.
Entre las atribuciones están el manejo del régimen escolar, diseño de los planes curriculares, escalafón, sistema de supervisión, etcétera.
En esas escuelas y colegios, que en conjunto se identifican como Subsistema de Educación Metropolitano, trabajan 827 profesores y se educan 14.124 alumnos.
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Los maestros, para ser admitidos, deben pasar un concurso de merecimientos, y están sujetos a la Ley de Escalafón y Carrera Docente, como el resto del magisterio, con el mismo sueldo básico, pero con la diferencia de que tienen un agregado funcional del 100% en lugar del 40% que reciben los que dependen del Ministerio, explica Avendaño.
De los 21 establecimientos primarios, catorce corresponden a centros de educación inicial; seis a escuelas primarias y un centro de recuperación pedagógica. De los 26 secundarios, 4 son colegios, 19 centros de educación popular permanentes, un centro de hotelería y turismo y dos establecimientos del programa Encuentro.
Cada plantel realiza su plan de desarrollo de acuerdo con la orientación, pero dentro de lo establecido por un documento llamado Manual de Calidad para los Centros Educativos Municipales, que entró en vigencia en 2001 y se rige por la norma ISO 9000.
La intención de las autoridades municipales es que este sistema sirva como modelo a nuevas experiencias de educación municipal.
Seis millones anuales
Según las cuentas municipales, en el nivel primario se invierte anualmente 458 dólares por alumno, y 474 en el secundario, lo que significa que en todo el sistema se utilizan 6 383. 557 dólares por año.
En este sistema cada establecimiento hace énfasis en algún aspecto en particular. Por ejemplo, en la Unidad Educativa Quitumbe funciona el Gobierno Escolar, organismo de control formado por profesores, padres de familia y otros miembros de la comunidad.
En el colegio Fernández Madrid funciona un Centro de Capacitación Ocupacional, donde las alumnas adquieren conocimientos de hotelería y turismo que les daría la posibilidad de optar por esas carreras en el futuro.
El Benalcázar
El colegio Benalcázar fue fundado en 1951 por el Municipio de Quito y es una de las instituciones educativas más prestigiosas de la capital.
Alumnos destacados de esta institución fueron el banquero Abelardo Pachano y Rafael Quinteros, primer ecuatoriano en ascender a la cumbre del Aconcagua.
El colegio ofrece a los estudiantes sauna, piscina, pista atlética; es propietario, además, del cine Benalcázar.
Una de sus estudiantes, María José Bautista, cuenta que le propusieron estudiar en más de una decena de colegios una vez que salió de la escuela, pero la decisión fue terminante: quiero ir al Benalcázar.
Respeta pero no comparte el paro de la UNE en contra de que los municipios asuman la educación.