La Agencia tomó esta medida por la supuesta vinculación de la empresa con Carlos Julio y José Fagin Miranda Alcívar, ex accionistas del Banco del Azuay (en saneamiento y bajo control de la AGD desde 1999).
El viernes, Maldonado recibió una llamada mediante la que le informaban que debía presentarse a las 12h30 a trabajar. La reapertura del almacén se acordó luego de que Luis Fernando Miranda Alcívar, accionista de Makro, firmó un fideicomiso en el que garantiza que asumirá la diferencia que resulte de la liquidación del banco, según el administrador de Makro, Álvaro Jaramillo.
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Cuatro horas les tomó a los empleados limpiar el local, que ayer recibió nuevamente a sus clientes. La AGD tendrá un contralor allí.
El administrador no quiso hablar de las pérdidas, pero teme que los tarjetahabientes del almacén se atrasen en sus pagos.
Jaramillo indicó que el otro hermano Miranda Alcívar, Gastón, propietario de Rumax, recibió un acta de “desincautación por no vinculación” y el almacén reabrió ayer.
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Un equipo de la Policía tomó las huellas digitales de los guardias de la compañía, pues “resulta que después de 15 días de resguardo militar, se perdieron las cosas”, dijo uno de los agentes que no se identificó.