Camaroneras de la isla Puná recibirán la 2ª Certificación de Camarón Orgánico otorgada en el mundo.

Un viaje de casi dos horas con brisa, sol, mar y lluvia, por un laberinto de esteros delineados por una jungla de mangle, que muy pocos saben atravesar como el capitán Cléver Anchundia  para salir en una hora al Golfo de Guayaquil y tomar rumbo por la margen oriental de la isla Puná hasta la entrada del estero Río Hondo, para llegar a una de las camaroneras del grupo Zanin, que en unos meses recibirá la segunda certificación de producción orgánica que conoce el mundo.

Meses después de la aparición del virus de la mancha blanca que les hizo tambalear el negocio por las fuertes pérdidas, relata el joven empresario Javier Barragán, el grupo que comanda su padre siguió los mismos pasos del camaronero manabita César Rupertti, quien impuso la cultura de cultivar camarón sin el uso de químicos y desde hace un año es el  único exportador de camarón orgánico certificado.

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El proceso es muy sencillo. Las larvas traídas del laboratorio Larvitana, obtenidas de reproductores que mediante una selección natural cobran resistencia a la mancha blanca, entran a la piscina después de una aclimatación, sin necesidad de precriaderos ni encierros. El proceso de cultivo termina pasados los tres meses, con un peso promedio de 12 gramos por unidad. No aplican antibióticos y para efectos de limpiar los fondos de contaminantes orgánicos y fomentar el fitoplancton que consume el crustáceo, utilizan bacterias.

En este momento, reportan rendimientos del 32 al 40%, es decir que cosechan alrededor de 800 a 1.000 libras/ha con una densidad de 70 mil a 80 mil animales a un costo entre $ 500 y $ 600.

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Camarón Orgánico
Finca su origen en Ecuador a fines del 98, por la iniciativa conjunta entre una Compañía Camaronera Ecuatoriana y la Certificadora Naturland de Alemania. Inspira al nuevo proyecto la existencia de otras certificaciones  que arraigaron el nuevo concepto comercial de la acuacultura orgánica.  La Agencia técnica de Cooperación GTZ  brindó los recursos humano y financiero necesarios para elaborar el patrón de requerimientos básicos para la producción y certificación orgánica de este producto tan apetecido en el mundo. Inician las exportaciones en el 2000. Probablemente la primera certificación del grupo Zunin  (segunda otorgada en el  mundo) no va ser antes de mayo próximo, una vez el reporte del inspector que esta en el país presente el reporte y un comité de Naturland lo estudie y decida, estimó desde la sede en Alemania, Stefan Bergleiter de la sección de Acuacultura de esta Certificadora de Productos Orgánicos.

Comparación

La camaronera Maricruza, en la isla Puná, alcanzó una disminución del 50% en los costos de producción al introducir el manejo natural, sin químicos.

Ecuador no solo será el único productor de camarón orgánico, sino también de larvas orgánicas con la certificación del Laboratorio Larvitana en San Pablo, Guayas.

Entre  las normas actuales para optar a la certificación orgánica, están la reposición del manglar que hayan sido talado en la camaronera y una densidad máxima de 150 mil larvas/ha.

El precio  del camarón orgánico que pagan los europeos (Inglaterra, Suiza y Alemania) está en 40 centavos de dólar por arriba del tradicional. El peso promedio del camarón exportado es de 12 gr la unidad.