El ex socio de Arthur Andersen, encargado de auditar a la Corporación Enron, se declaró culpable el martes pasado de un solo delito mayor, admitiendo que orquestó un esfuerzo a gran escala por destruir los documentos relacionados con la compañía, para obstruir una investigación federal sobre los problemas financieros que llevaron a su colapso.

La declaración del socio, David Duncan, representa un importante avance en la investigación sobre el desastre de Enron, proporcionando a los fiscales una fuente allegada de alta jerarquía que puede servir como guía respecto a las peculiares finanzas de la compañía, y proveer evidencia en contra de Andersen en su acusación.

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Andersen fue acusado el mes pasado de un solo cargo de obstrucción, surgido de un amplio esfuerzo coordinado por Duncan para destruir registros relacionados con Enron. Desde entonces, la firma sostuvo firmemente que no se cometió ningún crimen, y vinculó en gran medida su defensa con la insistencia de Duncan en que nunca pretendió impedir una investigación.

Sin embargo, con la declaración del martes anterior, ante un cargo de obstrucción de la justicia, la estrategia de Andersen se vio sacudida, y la firma reaccionó notablemente al giro de Duncan. En una declaración, Rusty Harding, un abogado de Andersen, señaló que la declaración de culpabilidad constituyó una “historia completamente nueva y distinta” por parte de la persona en que confió la firma para su defensa.

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Duncan participó en prolongados interrogatorios por parte de investigadores federales, proveyendo información acerca de Enron y Andersen, según personas involucradas en el caso.