La despolitización de los tribunales constitucionales en el Ecuador y en América Latina se logrará con la designación de hombres idóneos y probos. Así lo asegura Luis López Guerra, director del Instituto de Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid, España.

Guerra estuvo en el país para participar en el seminario ‘La Justicia Constitucional en la Actualidad’, organizado por el Tribunal Constitucional.

Publicidad

Es un problema común que tienen tribunales constitucionales, porque sus decisiones tienen una fuerte influencia política y sus fallos suponen una interpretación política de la Constitución.

Hay que lograr que sus miembros sean competentes jurídicamente e independientes, con autoridad moral y reconocimiento social, que no necesiten de apoyos externos.

Publicidad

No es malo que un juez sea miembro de un partido. Me preocuparía si el único mérito del juez fuera ser político y que su designación ocurriera por la militancia y no por su capacidad.

La relación entre la CSJ y el TC son problemáticas en todos los países, pues los dos son niveles superiores de la jurisdicción y en muchas ocasiones no está claro quién tiene la última palabra.

La posición de los TC en Ecuador y en los demás países latinoamericanos es una posición comprometida que requiere notable audacia a la hora de interpretar la Constitución y encontrar las soluciones a veces no muy claras frente a problemas reales.

Interpretar la Constitución y establecer interpretaciones que vinculen al resto de los poderes públicos es crear derecho realmente y crear derecho constitucional.
Sí, porque usualmente los jueces, funcionarios y ciudadanos piden a la entidad que les diga lo que significa la ley en aspectos discutibles. Hay muchas cuestiones que no solo implica resolver conflictos sino señalar cómo interpretarse la Constitución.