He visto con mucha tristeza cómo una vez más los bienes del Estado son utilizados sin el cuidado necesario para su conservación.
Es el caso de los nuevos carros patrulleros de la Policía Nacional que están circulando permanentemente por las calles de la ciudad, pero no de la manera adecuada ya que lo hacen con el acondicionador de aire en funcionamiento, sin considerar ciertos policías el perjuicio que le ocasionan.
Cuando un auto circula con el aire acondicionado en funcionamiento consume hasta el 50% más de combustible y la máquina trabaja forzada, lo cual reduce la vida útil de estos vehículos a la mitad.
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Además, habría que preguntarles a esos policías cómo hacen para escuchar las posibles llamadas de auxilio de los transeúntes al ser asaltados, si ellos se trasladan con los vidrios subidos del auto.
El viernes 22 de marzo en la ciudadela Ferroviaria, uno de esos flamantes patrulleros fue a dar al estero Salado, justo debajo del puente del Velero ubicado en malecón Eloy Alfaro y Av. Barcelona, provocando daños en el tren delantero.
El patrullero destrozado fue trasladado a los patios del cuartel Modelo. Se suponía que los carros iban a ser conducidos por los mejores choferes de la institución.
Lcdo. Marlon Vogeley Serrano
Guayaquil