La designación de segundo vicepresidente, con 130 votos –casi el 95 % de los 137 asambleístas, en la sesión inaugural de la nueva Asamblea Nacional–, en la persona de Eckenner Recalde, doctor en Jurisprudencia, titulado en la Universidad Central del Ecuador, con estudios de cuarto nivel en la Universidad de Guayaquil, ha llamado la atención de medios de comunicación.

¿A qué se dedica la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional?

Recalde llegó, esta vez, a la Asamblea como candidato de ADN –la fuerza política del presidente Daniel Noboa– por el distrito electoral Centro-Sur de Quito, provincia de Pichincha, pero él ha sido un trabajador político de la Izquierda Democrática (ID) por tres décadas y media, bajo cuyo patrocinio entró a trabajar en la Municipalidad de Quito, como jefe de Gestión de Talento Humano de la Empresa Pública Metropolitana de Rastro –para el faenamiento de animales especies bovina, porcina y ovina–, en que prestó servicios desde el año 2000 hasta el 2021, cuando fue candidato de la Izquierda Democrática por Pichincha a la Asamblea y triunfó. Ya en la Asamblea se distanció de su bancada, se desafilió de la ID y denunció que esta estaba en negociaciones con el gobierno de Lasso, y –a su vez– contra él, su bancada lo acusa de pedir diezmos a sus colaboradores, por lo que la Comisión de Ética resuelve recomendar al pleno su destitución, pero en la votación se abstienen de votar los asambleístas correístas y de Pachakutik, por lo cual no es destituido. En esa oportunidad, es que él explica que no eran diezmos los que se recogían, sino aportes para realizar “hornados solidarios”.

Sería ingenuo –por no decir estúpido– pensar que las fuerzas políticas omitirán como meta fortalecerse para enero del 2025.

Y cito los episodios descritos porque así como Recalde llega a ser dignatario de la Asamblea, hoy el conjunto de la Asamblea, bajo la presidencia de Henry Kronfle, por quien coincidieron 128 votos, debe ser diferente de la que asfixió a Guillermo Lasso, cuya responsabilidad tampoco omito considerar. Prácticamente lo llevaban al matadero, por lo que tuvo que darse la muerte cruzada.

Sería ingenuo –por no decir estúpido– pensar que las fuerzas políticas omitirán como meta fortalecerse para el proceso electoral de enero del 2025. Sus pronunciamientos y votos lo evidenciarán.

Juicios políticos a Diana Salazar y Guillermo Lasso, en el radar de la Asamblea

La campaña del 2025 se iniciará a mediados del 2024. Siete meses (+/-) tendrá Noboa para gobernar sin la presión de campaña electoral.

No habiendo de por medio carga ideológica alguna, a más de contadas lealtades personales, los que se agregan, porque lo quieren, o porque se los invita, en cualquier momento comenzarán a actuar por su cuenta. Y si se trata de designados con espacios de poder, ahí se evidenciará más. ¿Serán “traidores”, tacha de Daniel Noboa sin identificación de a quienes aludía, al recibir la credencial de presidente electo que le entregó el Consejo Nacional Electoral? No necesariamente, porque también se da cuando esa persona lo que hace es mantener una línea ya antes expresada.

Siete comisiones permanentes y la presidencia de la Asamblea Nacional no tienen información sobre estado de proyectos y trámite de documentos

Puede ser para “Ripley”, más del 50 % de los entornos y con cargos originados en el gobierno de Lasso no solo se abrieron de él, sino que –además– no pocos tuvieron pronunciamientos y tomaron decisiones individuales o en cuerpos colectivos contra sus propuestas. (O)