Diez partidos y movimientos políticos se vieron apremiados a unirse en ‘alianzas’ alrededor de precandidatos presidenciales, frente a una convocatoria a elecciones nacionales anticipadas, luego de la declaratoria de la disolución de la Asamblea Nacional.

Al cierre de la inscripción de candidatos presidenciales y asambleístas, el Consejo Nacional Electoral (CNE) registró 33 alianzas, entre nacionales y provinciales, para participar en estos comicios generales anticipados del 20 de agosto de 2023.

En total, serían ocho candidatos los inscritos y resultan ser menos que los que participaron en los comicios del 2021, cuando hubo 16 aspirantes a esa dignidad de elección popular.

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De acuerdo con el Registro Nacional de Organizaciones Políticas existen 279 organizaciones aprobadas, de las que 17 son partidos y movimientos nacionales habilitados para participar. De ellos, diez confluyeron en esta ocasión a unirse en estas denominadas alianzas electorales, cuyos postulantes presidenciales no han sido parte de militancia.

Cuatro movimientos participarán por su cuenta; en tanto que, dos se quedaron fuera de esta partida por sus conflictos internos: el movimiento Pachakutik (PK) y el Partido Izquierda Democrática (ID).

El Código de la Democracia no prohíbe que sus candidatos sean independientes, pues en su artículo 97 establece que “los partidos, movimientos o alianzas puedan presentar a militantes, simpatizantes o personas no afiliadas como candidatas de elección popular”.

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Pero, esta unificación de las fuerzas políticas se debería, según Simón Jaramillo, subdirector de la organización no gubernamental Corporación Participación Ciudadana (PC), al apuro por el llamado a elecciones anticipadas y la falta cuadros formados en sus estructuras.

«Cuando tenemos una elección planificada, las organizaciones políticas trabajan sin problema. Pero ahora que les tocó ir a una elección en la que en quince días debían escoger candidatos, los vemos en los apuros. Eso permite ver que no han logrado estructurarse para tener un funcionamiento adecuado y permanente. Al contrario, siguen siendo entes que se articulan solo para procesos electorales y, por fuera de ellos, sus niveles de organización son elementales y básicos. La mayoría son partidos y movimientos que no existen por fuera de las elecciones», reflexionó.

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El próximo 6 de agosto está previsto que se conozca el listado oficial de candidatos, una vez que el órgano electoral procese impugnaciones planteadas por los sujetos políticos. Mientras, según la información oficial, entre las alianzas y movimientos participantes estarán:

  • Alianza Claro que se puede con el partido Unidad Popular (UP) lista 2; Partido Socialista Ecuatoriano (PSE) lista 17; Democracia Sí lista 20, que impulsará las candidaturas de Yaku Pérez y Nory Pinela.
QUITO (12-06-2023).- Yaku Pérez y Nory Pineda, presentaron su candidatura en el Consejo Nacional Electoral. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: El Universo
  • La alianza Acción Democrática Nacional con los movimientos Pueblo, Igualdad y Democracia (PID) lista 4 y el Movimiento Verde, Ético, Revolucionario, Democrático (Mover) lista 35 (antes Alianza PAIS), que lanzaron a Daniel Noboa y Verónica Abad.
Foto: CORTESÍA
  • La coalición Por un país sin miedo con el movimiento Centro Democrático (CD) lista 1, más el Partido Sociedad Patriótica (PSP) lista 3 y el Partido Social Cristiano (PSC) lista 6, con Jan Topic y Diana Jácome.
Foto: Jorge Lozada
  • Actuemos que agrupa a los partidos Avanza lista 8 y Sociedad Unida Más Acción (Suma) lista 23, con Otto Sonnenholzner y Erika Paredes.
Foto: Alexandra Casulo

Las otras cuatro agrupaciones correrán solas en este proceso y son:

  • El movimiento Revolución Ciudadana (RC) lista 5, con Luisa González y Andrés Arauz.
QUITO (13-06-2023).- Luisa González y Andrés Arauz, presentaron su candidatura en el Consejo Nacional Electoral. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda
  • Movimiento Acción Movilizadora Independiente Generando Oportunidades (Amigo) lista 16, con Bolívar Armijos y Linda Romero.
QUITO (08-06-2023).- Bolívar Armijos (d) y Lina Romero, binomio presidencial por el Movimiento Amigo, aceptaron su candidatura en el Consejo Nacioonal Electoral, en Quito. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: Alfredo Cárdenas.
  • Movimiento Construye lista 16, con Fernando Villavicencio y Andrea González.
QUITO (12-06-2023).- Fernando Villavicencio y Andrea González, presentaron su candidatura en el Consejo Nacional Electoral. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda
  • Movimiento Renovación Total (Reto) lista 33 (antes Sí Podemos), con Xavier Hervas y Luz Vega.
QUITO (12-06-2023).- Xavier Hervas y Luz Marina Vega, presentaron su candidatura en el Consejo Nacional Electoral. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: El Universo

Esta participación se diferencia de los comicios generales del 2021, cuando hubo tres alianzas que agruparon a cuatro movimientos políticos y dos partidos, como fueron Unión por la Esperanza (UNES) entre Centro Democrático y Fuerza Compromiso Social (hoy revolución Ciudadana) que impulsaron a Andrés Arauz y Carlos Rabascall; Creando Oportunidades (CREO) y el PSC que impulsó a Guillermo Lasso y Alfredo Borrero; y, la Alianza Honestidad, que promovió a César Montúfar y Julio Villacreses, compuesta por el extinto movimiento Concertación y el PSE.

En la víspera, debido a la premura en la organización de este proceso, el CNE cedió a que los resultados de esta votación no se contabilicen en el umbral obligatorio de votos para que las organizaciones políticas mantengan su personería jurídica o para acceder a la asignación del Fondo Partidario Permanente, como lo establece el artículo 327 y 355 del Código de la Democracia, respectivamente.

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No obstante, estas circunstancias no habrían sido la motivación para que los grupos políticos decidieran aliarse.

El analista político Medardo Oleas cree que esta elección tomó por «sorpresa» a los partidos y movimientos, porque no son organismos que estén operativos con regularidad y que exalten con figuras políticas de entre sus estructuras.

«Antes que comience este proceso, los partidos y movimientos se ofertaban a los candidatos que, asimismo, se lanzaron sin tener quién los represente. Son hechos inauditos. Sale un candidato y después ven con qué partido se acomodan, porque en el mercado democrático hay cualquier cantidad de movimientos y partidos», refirió Oleas.

A su criterio, estos órganos del sistema democrático deberían tener cuadros que les «permitan afrontar cualquier candidatura porque para eso deberían mantenerse activos y tienen el Fondo Partidario. Pero, como esa no es la realidad, solo se activan al momento de una elección y eso desfigura un buen manejo del sistema», opinó el analista.

Simón Jaramillo analiza que, detrás están también motivaciones operativas, pues al «ser una elección tan rápida en la que los partidos tuvieron que ponerse a correr, les hacía más fácil y práctico unirse a partidos más estructurados y con más organización»; de esa forma, descarta que dos años después de las elecciones del 2021, se hayan convertido en instancias “más democráticas o más grandes, sino que la necesidad les obligó a eso: a aliarse».

Esto se debería a que después de la Constitución de Montecristi, que obligó a la reinscripción de los partidos y movimientos políticos, los que existían hasta antes de ese momento no lograron reconstituirse y, a la inversa, debieron enfrentarse por un periodo de diez años a una fuerza «dominante» como fue Alianza PAIS (AP) hoy Mover.

“Ese periodo los desestructuró, les desarticuló, muchas organizaciones políticas se eliminaron, desaparecieron. En la actualidad, se activan solo para elecciones y no tienen estructura permanente”, lamentó.

En todo caso, a estas medidas contra el tiempo de las organizaciones políticas, se sumó la decisión del Tribunal Contencioso Electoral (TCE) que los obligó a acatar el Código de la Democracia y a inscribir el 50 % de mujeres encabezando listas, lo que provocó que precandidatos que habían anunciado su participación ya no sean considerados, pues los binomios debían incorporar un hombre y una mujer o viceversa. (I)