Antes de la pandemia COVID-19, Betty sentía desconfianza de realizar trámites bancarios en el sitio web o por aplicaciones móviles. Pero ese escenario sanitario la forzó a usarlo casi a sus 72 años.

Luego de tres años, es decir, a sus 75 años, se ha vuelto ágil, por ejemplo, en pagar su tarjeta de crédito, sin necesidad de hacer fila en una agencia bancaria. Solo con su huella ingresa a la aplicación y transfiere.

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Lo único que le ha costado a Betty son las actualizaciones de la aplicación móvil, pero una vez que las comprende se le hace muy sencillo. Hoy, para Betty, usar la digitalización es más que una necesidad.

Betty es de la generación baby boomers (aquellos que nacieron entre 1946 y 1964), la cual ha realizado 17 millones de transacciones por el teléfono móvil durante el 2022. Un crecimiento amplio a comparación del 2021, donde las mujeres efectuaron 4 millones de operaciones y los hombres 3,7 millones, según cifras de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca).

Lenín Faicán, coordinador general del UISEK Business School, menciona que esta generación va caminando de a poco a lo digital, pero no es muy tomada en cuenta. “Por los pocos ingresos que tienen y lo están haciendo a través de una tarjeta de débito, pero ellos son la generación que está atrás y que inmediatamente van a integrarse a la generación de los mileniales”, señala Faicán.

Erwin Guillén, director de la carrera de Economía de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, destaca que los baby boomers están dejando de ser resistentes a la tecnología. “Efectivamente, ya se ve con mucha fuerza el equilibrio. Los baby boomers están en esa etapa que tiene mucho sentido de ahorrar el tiempo, quizás este tipo de generaciones piensa por un tema de seguridad”, indica Guillén.

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Guillén considera que para que esta generación esté más presente en el sistema bancario es necesario socializar sus servicios. “Que haya más socialización, haya más educación porque también se toma el riesgo de que por crear un producto que sea un poquito más fácil de usar, más cómodo es el nivel de riesgo. El nivel de exposición de esa generación no está dispuesto a perder un centavo. No es como en el caso de los centeniales, que invierto 100 dólares y luego veo qué pasa, a ver si puedo sacar un margen, pero en el caso de los mayores es más la tendencia a cuidar el centavo”, sostiene Guillén.

En la parte de seguridad coincide Faicán y asegura que mientras se refuerce esa herramienta se genera más confianza en los mayores de 60 años. “Eso es lo que también en el Ecuador frena a que se incremente el número de usuarios a través de mecanismos digitales. Porque si son fáciles de usar estas aplicaciones, también se vuelven riesgosas y eso es lo que ha ocasionado estos famosos secuestros exprés. Tú entras desde tu celular a través de un código o tu huella digital”, explica Faicán.

En tanto, el informe de Asobanca señala que los mileniales, es decir, personas entre 27 y 42 años, son la generación que mayor participación tuvo en todos los canales transaccionales en el 2022, con 418 millones de operaciones que implican $ 79.101 millones transaccionados. Y solo desde el celular fueron 207 millones de operaciones.

“La presencia de los mileniales se hace cada vez más relevante por su adaptación a los diversos canales digitales disponibles. Este grupo adoptó al celular como su canal principal para realizar sus transacciones”, apunta Asobanca.

Faicán señala que los mileniales tienen esa particularidad de gustarle la inmediatez y huir de las filas. Y muy cerca de ellos están los centeniales. De acuerdo a Asobanca, las personas entre 13 y 26 años (centeniales) son las que también van creciendo en transacciones y aumentaron en un 67,7 % en las operaciones generales. Y solo desde el teléfono móvil suman 54 millones de transacciones.

Rafael Benítez tiene 24 años y desde hace dos usa el sistema bancario digital. Él paga la tarjeta de crédito y servicios básicos desde cualquier lugar. “No me gusta ir al banco y se me hace más fácil, rápido y cómodo hacer pagos por la app, a menos que requiera ir por algún tema en específico que deba hacer de forma presencial, entonces voy”, cuenta Benítez.

“La tecnología se alinea con lo que ellos buscan y ese incremento va ligado al índice de analfabetismo digital. Primero la gente ha ido conociendo estos productos digitales. Segundo, ven el beneficio del tiempo. Y tercero, la banca ha ido implementando estrategias y mecanismos de seguridad”, apunta Faicán.

El INEC publicó un estudio en julio del 2022 que abarca solo a la población de 15 a 49 años, que representan 8,8 millones de personas. De estas, 700.000 son analfabetas digitales, ubicando al país en 8,2 %, un porcentaje menor al 2020 que fue de 10,2 %. De hecho, desde el 2014 la tasa actual es la más baja.

“Quienes casi no lo están usando, por este tema del analfabetismo digital, son las personas de la generación X, que por su comportamiento y edad también buscan estar en contacto con personas y casi no hacen transacciones digitales”, señala Faicán.

Del 100 % de las transacciones bancarias a través del móvil, la generación X representa el 34,7 %. Corresponden a las personas nacidas entre 1965 y 1981. (I)