Nota de la Dirección

Es nuestro deber informar a nuestros lectores que Diario EL UNIVERSO publica a continuación la postura del director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), José Rosero, sobre la nota de portada correspondiente a un reportaje publicado el domingo pasado en el que se analiza la realidad laboral del país frente a las categorías que esta entidad utiliza para los grupos de la Población Económicamente Activa y el aumento del desempleo y del empleo inadecuado en diferentes sectores, que llevó por título 'Datos sobre la realidad laboral se mimetizan en categorías técnicas'. Se nos exige que acompañe a este texto una foto de un hombre no identificado en labores de albañil, en vez de la foto original que capta a personas que buscan trabajo en Ambato. El pedido dice ampararse en la Ley Orgánica de Comunicación y exige el mismo espacio del reportaje, dobles páginas, por lo cual en la edición de hoy no será posible publicar las secciones El País y Seguridad, con la consecuente afectación a nuestros lectores y al aporte que cada día este diario busca proporcionar a la sociedad. Procedemos a reproducir este material bajo protesta.

Páginas 8 y 9

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Pedido de rectificación. Título, texto y fotos son exigidos y de responsabilidad del Director de Instituto Nacional  de Estadística y Censos

Según diario El Universo, un sondeo a 29 vendedores informales representa la realidad nacional 

Conceptos estadísticos aclaran la realidad laboral

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La estadística laboral, no solo en el Ecuador, sino en el mundo, se rige bajo los marcos conceptuales y definiciones que se derivan de los resultados de las Conferencias Internacionales de Estadísticos del Trabajo (CIET) que son realizadas cada cinco años por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En el documento de la décimo novena CIET del 2013, cuyas resoluciones y directrices son públicas -y pueden ser descargadas de la web- se actualizan los conceptos de población económicamente activa, desempleo, empleo, y el significado dado en 1998 sobre el subempleo. Estas cuatro categorías forman parte de la columna vertebral de la estadística laboral y son mundialmente reconocidas y aplicadas.

En este marco, la población económicamente activa abarca tanto a las personas ocupadas o con empleo, como a las personas desocupadas o desempleadas. Se define a la persona desocupada o desempleada, aquella que cumple las siguientes cuatro condiciones: tener edad para trabajar (que en el país es desde los 15 años), no haber trabajado al menos una hora en la semana anterior a la encuesta, haber hecho gestiones para buscar trabajo y estar disponible para trabajar. Por otra parte, se define a la persona ocupada o con empleo, a la persona con edad laboral, que trabajó al menos una hora en la semana anterior a la encuesta o que, si bien no trabajó, no lo hizo por razones como enfermedad, huelga, o vacaciones.

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Como se desprende de estas definiciones, el categorizar a la población como ocupada o desocupada no es un acto de autopercepción de la gente, sino un hecho objetivo y con definiciones que son claras, transparentes, y sobre todo, mundiales.

En el artículo de El Universo, se presentan datos de una consulta a 29 personas realizada por el mismo diario, donde se expresa que un pequeño número de personas se autoconsideran desempleados, omitiendo, que para clasificar a las personas en esta categoría existen definiciones mundialmente aceptadas, que son usadas por los diferentes institutos de estadística del mundo y a las cuales el Ecuador se apega como lo recomienda la buena práctica estadística. ¿Se puede considerar que 29 consultas en un país donde la PEA es de más de 7,5 millones de personas le resta validez a una encuesta con casi 113 mil informantes?

Un punto a resaltar, y que fue debidamente explicado por el INEC en la entrevista que concedió a diario El Universo se refiere a si influye o no el hecho de recibir una remuneración para que una persona se encuentre ocupada o desocupada. Como se desprende de la definición de las CIET (ver CIET 19), el recibir o no una remuneración no es un criterio para clasificar a la población como ocupado o desocupado. En este sentido, diario El Universo miente al mencionar lo siguiente: “a diferencia de países desarrollados como en España, donde la tasa de desempleo refleja el porcentaje de la PEA que no tiene un empleo remunerado frente a los ocupados (…)”. Con respecto a esto, España, al igual que los países desarrollados, usan el mismo concepto de ocupación y desocupación que el Ecuador. Lo que se puede verificar en la página del Instituto Nacional de Estadística de España www.ine.es.

Otra imprecisión del artículo es dejar la impresión que el INEC al clasificar a la población con empleo (o en ocupación) solo toma a la población en relación de dependencia, este punto fue aclarado también en la entrevista. Se enfatizó que, dentro del empleo existe y se clasifica un empleo asalariado (en relación de dependencia) y un empleo independiente que no se realiza en relación de dependencia, como es el caso de patronos y cuentapropistas. De esta manera, el concepto de empleo y ocupación son iguales. Así mismo, el desglose del empleo o la ocupación entre asalariados e independientes, a diferencia de lo que dice el artículo en cuestión, puede ser observado de manera transparente en cada uno de los resultados de la encuesta de empleo trimestral en la página web del INEC.

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Sobre las categorías de ocupación (o empleo) adecuado e inadecuado se aclaró al diario que son categorías para clasificar a la población ocupada. La CIET 16 crea la categoría de ocupación o empleo inadecuado, pero especifica e invoca a los países a crear definiciones para la misma. Por lo tanto, las definiciones de empleo adecuado e inadecuado son propias del Ecuador como lo era la antigua categoría de empleo pleno. Cabe mencionar que, aunque propias, la creación de las categorías de empleo adecuado e inadecuado fueron producto de un acompañamiento técnico de la OIT al INEC.

Según se puede observar de manera transparente en la página web del INEC, se define como ocupado adecuado a la persona con empleo (asalariado y/o independiente) que trabaja al menos la jornada legal de trabajo y/o recibe un ingreso laboral que es al menos el equivalente al salario básico unificado. De esta manera, si tienen alguna deficiencia de horas y/o ingreso se clasifican a las personas como un ocupado inadecuado. Por consiguiente, los términos adecuado e inadecuado se definen de manera estricta y transparente en el espacio de las horas trabajadas y/o el ingreso laboral percibido únicamente.

Adicionalmente, el nuevo marco desagrega el empleo inadecuado en otras categorías como subempleo, trabajo no remunerado y empleo inadecuado, los cuales son ahora visibilizadas en la estadística. Con esto el país gana en información útil para el análisis.

Como se mencionó anteriormente, el subempleo o subocupación es un término estrictamente definido por las CIET. En su última versión del 2013, la CIET 19 define a una persona como subempleado si cumple cuatro condiciones: tener un empleo (asalariado y/o independiente), tener una deficiencia de horas y/o de ingresos, tener el deseo de trabajar más, y estar disponible para hacerlo. Es decir, el subempleo es una subclasificación de las personas con empleo. De esta manera, se justifica el cambio del marco conceptual que estuvo por detrás de la definición del subempleo de septiembre del 2014 ya que la definición anterior llamaba subempleado a todas las personas con deficiencia de horas y/o ingreso, sin discriminar si existía la condición de deseo o disponibilidad. Esto no estaba en consonancia con la última definición internacional de subempleo y tenía que ser corregido.

Sobre las declaraciones del señor Presidente, del pasado 5 de febrero, cabe aclarar que estas se realizaron en un contexto distinto de lo expresado en el artículo de El Universo. Primero, sobre el utilizar los términos de ocupación y subocupación, se lo debe entender dentro de la potencial disyuntiva al utilizar de manera indistinta los términos empleo versus ocupación y subempleo versus subocupación. Esto porque podría entenderse al empleo como actividades exclusivamente en relación de dependencia. De esta manera, el Sr. Presidente sugería utilizar el término ocupación en lugar de empleo

Segundo, sobre el término empleo inadecuado, el señor Presidente reflexionaba en un hecho cierto. La categoría actual de empleo inadecuado incluye personas que pese a trabajar menos de la jornada legal semanal de 40 horas, y recibir como ingreso menos del equivalente al salario básico unificado, expresan en la encuesta que no desean trabajar más. Lo anterior no es necesariamente malo aunque en este momento con el término inadecuado se lo podría entender como tal. De esta manera, el señor Presidente hace mención a los nombres utilizados en las categorías, mas no, sobre la metodología que está por detrás.

Finalmente, en referencia al titular del artículo que pretende de manera tendenciosa hacer pensar que el INEC oculta información o trata de darle otra apariencia, es bien sabido, que la estadística recoge los fenómenos tal como se presentan en la realidad y cabe mencionar, una vez más, que las categorías estadísticas que se utilizan en el INEC siguen las recomendaciones internacionales de la materia y se exponen de manera transparente y oportuna a través de los medios de difusión propios de la institución. De esta manera, la ciudadanía y los medios de comunicación tienen a su disposición todos los marcos conceptuales y metodológicos que están por detrás de nuestras encuestas, así como boletines, bases de datos y programas para asegurar que la información y resultados publicados sean replicables. El INEC de Ecuador es reconocido a nivel regional y mundial por su transparencia, principio básico que el INEC promueve en todas sus acciones y operaciones estadísticas.

La encuesta de empleo y desempleo (ENEMDU) recibió en diciembre de 2015 una certificación de calidad por parte de la OIT, como muestra de la calidad técnica de esa investigación.

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