De los tres temas que, en su orden, preocupan actualmente a los guayaquileños: inseguridad, basura y tránsito, según una encuesta de Perfiles de Opinión, ninguno fue abordado con profundidad ni soluciones, el pasado domingo, en los discursos que ofrecieron el presidente de la República, Rafael Correa, y el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, por las fiestas patronales de la ciudad.

Mientras Nebot aprovechó su discurso en la Plaza de Integración para criticar la forma en que el Gobierno ha llevado el tema de la seguridad a nivel nacional; Correa señaló que en la ciudad “faltan muchos servicios básicos (en referencia al agua potable y alcantarillado)”, y también “áreas verdes”.

“Jamás existirá seguridad ciudadana si el Gobierno no aplica una política de Estado”, replicó Nebot, quien añadió que el aumento de la delincuencia se debe a que personas detenidas que cometieron crímenes recuperan su libertad en un año si no tienen sentencia.

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“Y ya es hora de que la seguridad sea para todos, no solo para el Presidente, los alcaldes y los asambleístas. Ninguna vida es más importante que otra. Si no se cuida la vida de todos, no habrá seguridad para nadie”, agregó.

Correa expresó que “ya nadie puede creer en modelos exitosos. Guayaquil no ha tenido Alcalde sino gerente de 20 cuadras. Y no es que tienen 3 años en el Gobierno; tienen 20 años en el Gobierno municipal y provincial”.

Para analistas políticos, no es novedad que los discursos por Guayaquil en fechas cívicas –como la del 25 de Julio, por ejemplo– sean aprovechados por ambos líderes para exponer sus aciertos y ataques al modelo de desarrollo de su oponente y que estén lejos de crear expectativa en la gente por alguna obra o solución a los problemas sociales y económicos.

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“Históricamente estas fechas de celebración de la ciudad en el país sirven para defender una posición política que no da de comer a nadie, que no genera obras de ninguna naturaleza y que exacerba momentáneamente la plataforma política de las personas que están participando”, señaló Andrés Seminario, ex secretario de Comunicación en el gobierno de Lucio Gutiérrez.

“Era presumible que parte del discurso de Nebot sea la crítica a la inseguridad por cuanto esto ya lo había estado mencionando y porque, si usted hace una encuesta sobre qué le preocupa actualmente a los ecuatorianos, ellos le responden que la inseguridad”, afirmó.

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Agregó que en el caso del Mandatario “la crítica viene hacia el modelo de la partidocracia, que Correa fustiga que no funciona, y que tiene Jaime Nebot en la Alcaldía”.

El anuncio de obras para Guayaquil estuvo dentro de los discursos de ambos políticos. Nebot destacó los trabajos en cuanto al plan de alcantarillado en la Tarqui popular, bacheo y pavimentación de vías, reparación de bordillos y escuelas, entrega gratuita de laboratorios de computación e inglés, así como el inicio de la subasta de nuevo macrolotes del plan Mucho Lote 2.

Correa dijo: “(Ante la carencia de espacios verdes en Guayaquil), el Gobierno, y ojalá contemos con la colaboración del Municipio de Guayaquil, vamos a invertir todas nuestras energías, creando ese parque de los Samanes (Central Park). Casi doscientas, trescientas hectáreas”.

Para el analista Antonio Tramontana, los discursos pueden tener diferente acogida en la ciudadanía si se mencionan los problemas que les preocupa. “Nebot tocó el tema de inseguridad, que no lo hizo Correa”, manifestó.

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En cuanto a la importancia que puedan tener los discursos en la población, Tramontana analiza que el de Nebot “se acerca más a la ciudadanía porque está palpable, mientras que lo del Presidente está por verse en lo que tiene que ver (con) lo del parque y el rescate del estero Salado”, afirmó.

Agregó que el problema no está “en el poder de convocatoria (de la gente) sino en cómo llegan a comunicarse”, dijo.

El analista León Roldós cree que el discurso gubernamental “no fue una forma de rendirle un homenaje a la ciudad”. Resaltó que la intervención de Nebot “fue de no confrontar, mientras que la posición del Gobierno fue de declararse siempre víctima”.

Paulina Recalde, analista y directora de Perfiles de Opinión, difiere en cuanto al interés que pueda tener la ciudadanía en cada discurso.

“Probablemente es en donde más se vuelca la atención: en lo político (en referencia a los discursos cívicos). También es lo que tiene mayor cobertura”, dijo.

Añadió que este año la coyuntura política no estuvo marcada entre la pugna Correa y Nebot, sino la lucha entre la oposición en la Asamblea en cuanto al tema de la Ley de Hidrocarburos. “Era evidente que el Mandatario aprovechó la festividad como una plataforma para exponer su postura en ese tema”.

Cifras

75%
TEME INSEGURIDAD. Según una encuesta realizada por Perfiles de Opinión a 320 guayaquileños, ese porcentaje señala que es lo peor de vivir en Guayaquil.

19,70%
CRÍTICA BASURA. La misma encuesta se refiere a que los ciudadanos señalan en segundo lugar a la basura como lo peor que tiene Guayaquil.

Testimonios

Jorge Sánchez
No debió hablar de política
“Los discursos del alcalde Nebot y el presidente Correa no aportaron nada beneficioso para Guayaquil. Los dos se enfrascaron en pugnas políticas, sobre todo el Presidente, quien la mayor parte del discurso la dedicó a la Asamblea Nacional y la muerte cruzada. Correa no debió referirse a eso, por lo menos en las fiestas julianas”.

Patricia Castillo
Fue lo mismo de siempre
“Escuché los discursos del (Presidente) Correa y de (Jaime) Nebot, pero no les tomé mucha atención porque comenzaron con los mismos achaques de siempre. Lo mismo y lo mismo, pugnas políticas por todos lados; al pueblo no le interesa eso, la gente quiere que trabajen, que al fin de cuentas fue para lo que los eligieron”.

Yelena Vega
No hubo mayor aporte
“Los discursos de Correa y Nebot durante las sesiones solemnes, como siempre y hace tres años, son lo mismo y lo mismo, cada uno achacando al contrario y nada de nada de soluciones para los problemas del pueblo. En vez de elogiar el trabajo que hace el Gobierno o el Municipio por la ciudad, se dedicaron a las críticas”.