Reuters
Múnich.- El nuevo "enemigo público número uno" de Alemania Kevin-Prince Boateng se disculpó este martes por arruinar las esperanzas del capitán de la selección de fútbol local, Michael Ballack, de ir al Mundial al chocar con él causándole una lesión que lo descartó del torneo.

"Lo siento. No fue intencional. Sólo entré muy tarde e hice contacto completo. Parece bastante estúpido", dijo el alemán en la edición del periódico Bild en internet.

La disculpa, que vino tres días después de la falta durante la final de la Copa FA entre el Portsmouth y el Chelsea de Ballack, no ayudó mucho a disminuir la molestia alemana dirigida contra Boateng.

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El mediocampista de 33 años del Chelsea resultó lesionado en el primer tiempo del partido del sábado contra el Portsmouth y tuvo que salir del campo durante el triunfo 1-0 de su equipo tras chocar con Boateng.

El martes, los hinchas expresaron su enojo en decenas de páginas en internet, llamándolo "enemigo público número uno", y creando salas de chat llamadas "82 millones contra Boateng" o "Grupo Anti-Boateng".

Boateng, nacido en Berlín hijo de padre ghanés y madre alemana, ha tenido una incómoda relación con los hinchas alemanes desde los días en los que jugaba con el Hertha Berlin.

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También es pariente lejano de un héroe del fútbol alemán Helmut Rahn quien anotó el gol de la victoria de Alemania en la final del Mundial de 1954 contra Hungría.

La ironía es que el mediocampista de 23 años nacido en Berlín y que también ha jugado por el Tottenham Hotspur, participará en el Mundial jugando por Ghana mientras que su medio hermano Jerome está en el plantel preliminar de Alemania para el torneo que se disputa del 11 de junio al 11 de julio.

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Para empeorar el asunto, Ghana está en el Grupo D del Mundial con Alemania, y se enfrentan el 23 de junio en Johannesburgo.

Ballack, quien se perderá la que habría sido su tercera Copa del Mundo, viajó el lunes a Sicilia y luego un estudio reveló un desgarro total del ligamento interno y uno parcial de otro ligamento en su tobillo derecho que lo dejarán sin jugar por ocho semanas.

Además, dijo que no había necesidad de resentimientos. "Por supuesto que estoy muy enojado y decepcionado pero en el fútbol uno debería dejar que las cosas pasen", indicó.