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La defensa y familiares de ocho los doce exestudiantes del Colegio Central Técnico impugnarán ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la decisión de la Sala Penal de la Corte Nacional de Justicia (CNJ), que ayer dejó en firme la sentencia que enfrentan por el delito de rebelión.
Padres de familia de los estudiantes que fueron sancionados cuentan que sus hijos aún están afectados sicológicamente por las sanciones y cambios de institución educativa.
El Tribunal Noveno de Garantías Penales de Pichincha condenó ayer a 21 días de prisión a los doce estudiantes del colegio Central Técnico, mayores de edad, que fueron acusados por el delito de rebelión sin concierto previo.
Veinte testigos dieron ayer su versión. No se esclareció propiedad de las evidencias.
Hasta pasado el mediodía, tres testigos convocados para rendir sus versiones sobre las manifestaciones del pasado 22 de febrero, en los alrededores del plantel educativo, hicieron sus declaraciones.
A partir de hoy, los doce jóvenes mayores de edad que enfrentan una acusación por el delito de rebelión, por la protesta en el colegio Central Técnico, deben presentarse cada ocho días a la Fiscalía de Turno de la Unidad de Flagrancia por disposición del juez de garantías penales, Nelson De la Cadena.
El presidente Rafael Correa aseguró ayer que es una “falacia” que se esté acusando a ciudadanos de terroristas, en referencia a los casos de los doce alumnos del Central Técnico y el de ‘los 10 de Luluncoto’.
Para la defensa hay el riesgo de que el nuevo juez del caso inicie proceso contra jóvenes.
Tras visitar a autoridades de Justicia y de Educación, las organizaciones de la sociedad civil, que forman parte del Consejo de Protección de la Niñez y la Adolescencia, están convencidas de que habrá un dictamen absolutorio en favor de los doce estudiantes –mayores de edad– del Colegio Central Técnico, acusados de rebelión.
La convocatoria a una audiencia, donde se decidirá si los doce estudiantes mayores de edad del colegio Central Técnico van a juicio por el delito de rebelión, genera desesperación entre los jóvenes y sus padres.