Ecuador es un país lleno de sorpresas, emociones, cultura y, sobre todo, de situaciones inusuales que capturan la atención tanto de propios como de extraños. Inspirado en esta esencia auténtica, KFC decidió dar un giro inesperado a su marca y lanzó una campaña en la que transformó su icónico logo por el de KFEC. Esta iniciativa rinde homenaje a la creatividad, el orgullo y la espontaneidad que caracterizan al ecuatoriano.

“Al agregar el EC en nuestro nombre, visualizamos que somos parte de la cultura e historia de este hermoso país”, explica Lissette Robayo, vocera de KFC Ecuador.

La idea surgió de una observación profunda del comportamiento del ecuatoriano, a quien la marca describe como impredecible, ingenioso y creativo, capaz de sorprender tanto con su personalidad como con elementos propios del entorno, como los cambios climáticos extremos. “Esa esencia reflejaba todo lo que iba a ser nuestra campaña y, por ende, íbamos a poder conectar con las emociones reales de la gente y, a la vez, con los valores de la marca”, señala Robayo.

Aunque el cambio de nombre es temporal, la campaña —que estará vigente hasta diciembre de 2025— contempla una serie de activaciones, eventos y dinámicas que seguirán construyendo sobre este concepto.

Desde el inicio, el anonimato fue parte de la estrategia. La marca apostó por generar conversación de forma orgánica, sin revelar inicialmente el porqué del cambio. “Sabíamos que este cambio iba a generar contenido curioso, diferente y que la gente lo empezaría a compartir por ella misma”, destaca Robayo.

El resultado superó las expectativas. En menos de 48 horas, el #KFEC se convirtió en tendencia y generó una alta interacción en redes sociales. “El ruido que generó fue mucho más de lo que teníamos pensado. La gente se apropió del mensaje desde un lado positivo y resaltó la relación de la marca con el país”, afirma la vocera.

Una campaña con sello local y tecnología global

La creatividad ha sido uno de los pilares fundamentales de esta estrategia. “Para nosotros es muy valiosa la creatividad, sobre todo en nuestro país, donde los recursos tienden a ser limitados”, señala Robayo. La marca incorporó inteligencia artificial para potenciar el contenido y lograr un mayor impacto, pues utilizó la tecnología como una herramienta para fortalecer la conexión emocional con los consumidores.

Más allá del marketing, KFC se consolida como una marca comprometida con el desarrollo local. Con más de 160 puntos de venta en el país, genera empleo directo e indirecto, trabaja con proveedores locales y mantiene alianzas estratégicas que dinamizan la economía nacional y regional.