En un mundo como el de hoy, la vida cotidiana en cualquier ámbito, puede resultar agitada e incluso existen tantas actividades por hacer que pueden faltarle horas al día, a pesar de tener todo programado meticulosamente. Es así que cuando existen malestares que se han vuelto habituales entre la población como contusiones, luxaciones, dolores musculares o lumbares productos de la actividad física o malas posturas, además de contracturas, dolores de garganta, espalda o incluso dentales, pueden dar paso a un verdadero colapso.