Jugar es una de las principales ocupaciones de los niños, una actividad muy importante para su desarrollo físico y emocional. El estar en contacto con otros pequeños les permite dejar volar su imaginación, relacionarse y aprender a controlar sus emociones.
Ya sea en un lugar abierto o cerrado, el poder del juego en los más pequeños de la casa es liberador y crea un lazo especial con los adultos que se suman a la diversión. La mejor terapia familiar sin duda es crear recuerdos divertidos que nunca se borrarán de la memoria.
Por ese motivo, les presentamos una amplia lista con lugares para acudir los niños.