Se trata de una iniciativa que tuvo origen hace alrededor de dos años con el proyecto Céntrico, en el cual el Banco Guayaquil analizó percepciones, realizó estudios de mercado e implementó un programa de calidad y experiencia donde los clientes podían expresar lo bueno y lo no tan bueno de su experiencia con la entidad. Allí se les preguntó ¿Como sería el banco ideal?