Annelise Collin, de 20 años, estudia el primer año de medicina en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil. A diario utiliza su celular para estudiar, escuchar música, pedir un taxi, ordenar comida, hacerse selfies con su novio o compartir información con su familia, entre otras actividades. Para ella es inconcebible una vida sin celular, sin tecnología.