La presidenta de Perú, Dina Boluarte, anunció la construcción de un centro penitenciario en la isla El Frontón, ubicada a siete kilómetros de la costa central, con el objetivo de enfrentar el hacinamiento carcelario en el país.
El Ejecutivo informó que el nuevo penal tendría capacidad para 2.000 internos de alta peligrosidad y operaría bajo regímenes especiales de máxima seguridad. La mandataria supervisó personalmente la zona acompañada por ministros de Estado.
El ministro de Justicia, Juan Santiváñez, precisó que el proyecto demandaría una inversión de 500 millones de soles (aproximadamente 141.569 millones de dólares). Sin embargo, especialistas cuestionan la viabilidad técnica del plan, al considerar que la isla no cuenta con las condiciones necesarias para una obra de tal magnitud.
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Un informe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) advierte que El Frontón apenas dispone de 5.400 m2 utilizables, lo que solo permitiría albergar a 108 reclusos. Además, el terreno presenta una topografía accidentada y carece de servicios básicos, factores que encarecerían la construcción.
Los técnicos del INPE recomendaron destinar los recursos a la edificación de cinco penales en distintas regiones, con capacidad para casi 11.000 reclusos. Este plan alternativo, estimado en 1.320 millones de soles, fue presentado al Congreso como una solución más efectiva al problema de sobrepoblación carcelaria.
A pesar de las objeciones, el Gobierno insiste en su propuesta para levantar un penal en El Frontón, isla que en el pasado fue símbolo de reclusión política y de terrorismo. (I)