No tiene cuenta en youtube ni hace publicaciones constantes sobre sus presentaciones en las redes sociales; sin embargo, tiene un público que la sigue y suele estar casi todas las semanas en eventos corporativos, centros comerciales y bares en los que se escucha música en vivo.

Camila Pérez es una joven de 24 años, compositora, performer y cantante que se abrió paso en la música desde la niñez, y ya profesionalmente en su adolescencia. Su formación está ligada al jazz, su estilo favorito; no obstante, interpreta otros géneros como samba, pop y hasta rock.

Estudió canto en el conservatorio Rimsky-Korsakov, en la Universidad San Francisco y al momento está en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.

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A Camila también le gusta pintar, pero considera que nació para la música. Comenta que el arte y la sensibilidad que posee los heredó de sus padres, Mariela Trujillo y Roberto Pérez, artistas gráficos.

Es dedicada, vive de la música y afirma con certeza que es a lo que se dedicará toda su vida.

“Para mí no hay una fuente única de inspiración, a veces el simple hecho de estar cantando con mis músicos y sintiendo que la energía y el ambiente crean una especie de complicidad entre nosotros es suficiente impulso para dar lo mejor de mí”, manifiesta emocionada.

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Es portadora de un espíritu libre y aventurero que se refleja en sus creaciones. Ha compuesto varios temas, dos de ellos son Prisa y Mal hábito; el primero inspira a creer que en la vida todo sucede en el momento perfecto, y el segundo habla de una relación amorosa que le dejó un sabor amargo.

Su deseo es grabar sus canciones, cree que sería en un año.

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Tiene un grupo que se llama Camila Pérez Jazz Quintet, en el que los músicos varían. Al momento también integra la banda Sonorus y es parte de un proyecto musical en el que cantará junto a las instrumentistas Lyzbeth Badaraco (piano), Geovanna Badaraco (bajo) y Megan Wong (batería).(E)