Agredir a una persona por su apariencia, personalidad, posición económica y demás, al punto de afectar su autoestima, es lo que se conoce como bullying. Cuando esta agresión se da a través de las redes sociales entre jóvenes de la misma edad se convierte en cyberbullying, según Diego Jaramillo, docente de la Universidad de los Hemisferios en Quito, quien dio una conferencia hace un par de semanas, para docentes de colegios en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo.

Él considera que la existencia de redes sociales y el desarrollo de la tecnología no son el problema, sino el mal uso de estas herramientas que ponen en riesgo la integridad de los adolescentes que no se dan cuenta que están exponiendo su intimidad y seguridad. “Cada vez se registran en Google alrededor de 2,7 billones de búsquedas, lo que significa que los niños tienen acceso a un sinnúmero de información y a cada instante, por lo que tanto padres como docentes deben estar alerta”, indicó Jaramillo.

Este experto materializó la idea de lo vulnerables que están los niños que tienen cuentas en redes sociales sin seguridad a la privacidad, a través de la proyección de una campaña mediática en Reino Unido que se realiza actualmente.

Publicidad

Esta muestra a una niña de unos 9 años que sale de su casa con un letrero que simula ser la página de perfil de Myspace, con una foto de ella y su información personal, la coloca afuera de su casa y deja abierta la puerta principal. Luego un hombre mayor pasa por su casa y se interesa por la información, ve la puerta abierta e ingresa hasta su cuarto para saber más de ella.

Para Jaramillo estos problemas se originan, principalmente, por la falta de comunicación entre padres e hijos. “A veces confiamos demasiado en nuestros hijos, pero cuando son adolescentes se debe estar pendiente, hablar mucho con ellos, mirar sus cosas, porque ellos no se dan cuenta del peligro que corren”.

Diego, quien estudió Literatura Latinoamericana e Historia del Arte en Estados Unidos, realizó una investigación sobre estos problemas desde hace cuatro años, basado en entrevistas a adolescentes del país. Luego escribió el libro: Entre dos: el matrimonio, escuela de felicidad, en el que dedica un capítulo a estos problemas. La primera edición salió en agosto y la segunda saldrá en diciembre.

Publicidad

“Según una encuesta realizada a niños en Estados Unidos, se determina que el 19% de las víctimas de cyberbullying terminan en el suicidio”, acota Jaramillo. Además, determina que el cyberbullying se da en un 92,6% por Facebook y 23,8% por Twitter.

Derivaciones
El sexting es otro de los problemas que se presentan en Twitter y Facebook, las redes sociales más usadas a nivel mundial. Este consiste en mostrar fotos en ropa interior o sin ropa. “En el lenguaje de los jóvenes hay hasta un juego a base de esto que se llama ‘cambiar cromos’ y consiste en intercambiar fotografías de chicas que muestran su cuerpo”, explica.

Publicidad

Otro problema es el grooming, como se denomina a la interacción entre un niño y una persona mayor que se hace pasar por niño. “La mayoría de veces esto no termina en abuso o acoso sexual, el adulto se satisface solo con las imágenes que ve del niño o niña”.

Para él, la solución es que exista más control sobre las redes sociales, principalmente por parte de los padres, y de manera complementaria por los docentes, y controlar incluso el uso de celulares.

“No olvidemos que los chicos se forman por lo que ven, escuchan y se les dice, por eso debemos trabajar en equipo: padres, institución y docente; y recordar que somos padres o profesores, no sus amigos”, concluye Diego.

Él es colombiano, llegó a Ecuador hace 17 años y vivió en Guayaquil por 13, ahora radica en Quito. Lleva 25 años en la docencia. (F)

Publicidad

Cifra
Datos del INEC determinan que en Ecuador los niños de 9 años ya tienen acceso a la pornografía por internet.

A veces confiamos demasiado en nuestros hijos, pero cuando son adolescentes debemos permanecer alerta”.Diego Jaramillo Conferencista