Revivir el sufrimiento de Jesús en su camino al Calvario como acto de penitencia es un ritual que año a año cumplen millones de fieles católicos durante la Semana Mayor. Esta tradición, en la que a través de procesiones, que se desarrollan en varias parroquias, se recuerda la muerte de Cristo, es también un espacio para fortalecer la fe y el amor a Dios. Así lo asegura el rector de la Catedral Metropolitana de Guayaquil, Rómulo Aguilar, quien desde hace siete años dirige la organización del viacrucis en el centro.