Guayaquil recobra una joya urbana. Su añejo reloj londinense, que data de 1842, volvió a marcar la hora y a partir del lunes próximo se oirán otra vez sus campanadas en lo alto de la Torre Morisca, en el malecón Simón Bolívar. A las 07:00 retumbarán los siete golpes correspondientes a esa hora y ello marcará el reestreno de la máquina después de 120 años de desuso por averías.