Cada 2 de febrero se celebra a la Virgen del Buen Suceso, quien tuvo su primera aparición en 1594, este mismo día, en Quito, en presencia de la madre Mariana Francisca de Jesús Torres, priora del monasterio de la Inmaculada Concepción.

La madre Mariana, conocida como ‘la madrecita buena’, escuchó una voz que decía: “Soy María del Buen Suceso, la reina del cielo y de la tierra. En el brazo derecho tengo el báculo que ves, pues quiero gobernar este, mi monasterio, como priora y madre”, relató años atrás una voluntaria del grupo misionero llamado Virgen del Buen Suceso.

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A lo largo de la historia de la Iglesia católica, la santísima Virgen ha sido protagonista de cientos de apariciones que han dado lugar a diferentes advocaciones. Una de las más conocidas de la época contemporánea fue la de la Virgen de Fátima, en 1917, en Portugal.

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Asimismo, en Ecuador se dieron varias apariciones de la Virgen a la madre Mariana de Jesús Torres, en la que se identificó como María del Buen Suceso, en 1594 y 1634. Siendo estas sus palabras:

“Cundirán en estas tierras, entonces república libre, varias herejías. Se apagará la luz preciosa de la fe en las almas por la total corrupción de las costumbres. En estos tiempos estará la atmósfera repleta del espíritu de impureza, el que, a manera de un mar inmundo, correrá por calles, plazas y sitios públicos”.

“Se apoderará de estas tierras el maldito Satanás, que todo lo conseguirá por medio de tanta gente sin fe con la que entrarán todos los vicios, que atraerán a su vez, toda suerte de castigos, como la peste, el hambre y la apostasía. Habrá una guerra formidable y espantosa... humanamente el mal parecerá triunfar”.

“Para poner a prueba en los justos esta fe y confianza, llegarán momentos en los cuales, al parecer, todo estará perdido y paralizado; y entonces será feliz principio de la restauración completa (… )”.

La Virgen también profetizó que Ecuador sería consagrado al Sagrado Corazón de su Hijo por un presidente de veras católico que sería martirizado “en la misma plaza donde queda mi convento”. Años más tarde se entendió que sus palabras se referirían al expresidente Gabriel García Moreno.

Las apariciones de la Virgen del Buen Suceso cuentan con importante anuencia eclesiástica. Monseñor Salvador de Rivera, quinto obispo de Quito, se encargó de tallar su imagen, bendecirla y entronizarla sobre la silla de la abadesa en el monasterio de la Inmaculada Concepción de Quito. (I)