Mientras sus amigos jugaban con carros, Esteban Jácome lo hacía con las casitas de muñecas de sus hermanas, para rearmarlas y distribuir los espacios y los muebles. De ñiño su sueño era convertirse en arquitecto y crear una empresa para ofrecer sus servicios. Logró ambas metas y a sus 24 años ha realizado varios proyectos de vivienda en Samborondón.