Hoy, a las 10:30, en el santuario de la Divina Misericordia, ubicado en el km 26 de la vía a la costa, se colocará la primera piedra que dará inicio a la construcción de la capilla de la virgen del Buen Suceso.

El acto solemne se llevará a cabo con la celebración eucarística presidida por monseñor Luis Cabrera Herrera, arzobispo de Guayaquil.

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Patricia Sotomayor, presidenta de la fundación Madre del Buen Suceso, considera que Guayaquil fue elegida para esta consagración por la fe de muchas personas que veneran y mantienen réplicas de la virgen en sus hogares.

Este proyecto para la edificación de la capilla ha sido apoyado por monseñor Cabrera, quien dispuso dar parte de los terrenos que tiene la Arquidiócesis en Guayaquil junto al santuario para el efecto.

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Eliana Cabrera, devota de la virgen y diseñadora de estampas, comenta que la obra no tiene los fondos económicos, ya que las donaciones recibidas han servido para organizar la misa de consagración que se llevará a cabo esta mañana y que la fundación después empezará una campaña para la recaudación de donaciones y poder concluir la capilla.

Sotomayor invita a los fieles católicos a unirse a esta celebración y reitera que lo más importante es que Ecuador se consagre a la advocación de María del Buen Suceso y que los cristianos vivan como una nación bendecida.

Advocación

La Virgen del Buen Suceso es una advocación que aparece en la historia del país desde que la madre Mariana de Jesús, religiosa y priora del monasterio de la Inmaculada Concepción de Quito, tuvo una visión de la virgen María, el 2 de febrero de 1594.

En esa ocasión la virgen le manifestó: “Soy María del Buen Suceso, la reina del cielo y la tierra. En el brazo derecho tengo el báculo que ves, pues quiero gobernar este, mi monasterio, como priora y madre”, manifiesta Marcia Campozano, voluntaria del grupo misionero Virgen del Buen Suceso. (I)