Una de las apuestas de la ciudad para impulsar el turismo es el desarrollo de convenciones, congresos y ferias, que por cada cita se estima la llegada de unos 500 participantes, que generan ingresos cinco veces mayores que el turismo convencional.

Con esa premisa, la Empresa Pública Municipal de Turismo lanzó el programa de Embajadores que reúne a 62 representantes de asociaciones y gremios profesionales, universidades y cámaras de producción a quienes se les brinda apoyo para que atraigan eventos.

Gloria Gallardo, presidenta de la Empresa Municipal de Turismo, aseguró que este año se realizarán 36 congresos en la urbe, que se estima producirán ingresos por $ 21 millones, ya que se calcula que cada delegado de estas citas puede dejar un rédito de $ 450.

Publicidad

Arnaldo Nardone, consultor internacional y expresidente de la ICCA (International Congress & Convention Association), que asesora al Buró de Convenciones de Guayaquil, señaló que el gasto económico de un delegado en relación con un turista convencional “puede ser 4 a 5 veces mayor”.

Citó que hay 80 servicios vinculados que prestan su asistencia y generan empleos.

“Muchas de las reuniones pueden dejar inversiones en nuevos laboratorios, universidades, convenios de comercio, entre otros, o sea que además hay un impacto indirecto para el destino”, comentó en su presentación en abril pasado.

Publicidad

Estimó que cada embajador puede postular y conseguir que Guayaquil sea sede de dos eventos al año.

A su vez, Holbach Muñeton, presidente de la Cámara de Turismo del Guayas, reiteró que la ciudad debe mejorar la conectividad aérea y demoras en aerolíneas. En 2017, el aeropuerto movió 3’627.467 pasajeros.

Publicidad

La ciudad en ese sentido ha perdido conexiones directas con importantes urbes como Buenos Aires y Sao Paulo; no obstante, ha ganado a EE.UU.

Muñeton consideró que se debe apostar no a la cantidad de turistas, sino a la calidad del gasto promedio, como el caso del turismo de convenciones.

Hoy, la ciudad maneja cifras de 2.400 a 2.500 plazas de primera clase. (I)