Distribuidos en mesas, José, Antonio, Cliford y unos cuarenta residentes realizan distintos trazados para ir dibujando una sirena, figuras geométricas o hasta el Hemiciclo de la Rotonda. Varias de esas imágenes por su calidad serán expuestas en las fiestas julianas en el Instituto Neurociencias.

Ellos son parte de los residentes del instituto regentado por la Junta, que en su mayoría viven en abandono por parte de sus familiares.

Tanto allí como en la fundación Casa del Hombre Doliente, donde se reciben personas con enfermedades catastróficas y con discapacidades, se busca reinsertar a los pacientes con sus familiares, que en más del 56% los mantienen abandonados.

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En ambas instituciones ellos reciben todas las atenciones médicas, comida y ropa. En Neurociencias, de 272 residentes 149 viven en total abandono (54,7%) y otros 70 reciben visitas esporádicas.

En este centro desde el 2014 hasta la fecha, el personal de Servicio Social ha logrado la reinserción de 80 residentes que han vuelto a sus hogares y desde este año con apoyo del Ministerio de Justicia se tienen subidas fotos de los abandonados en ww12.desaparecidos.com. Se ha logrado reunir a 5 de ellos.

“Todos pueden ser dados de alta, se les ofrece medicina y seguimiento en casa a los reinsertados”, dice Susana Ordóñez, jefa de rehabilitación de Neurociencias, citando el caso de Luis y Johnny.

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El primero con esquizofrenia residual volvió con una allegada a una hacienda en Babahoyo, allá cultiva cacao y cría cerdos. En cambio, Johnny recibió la visita de especialistas en su casa en Junín (Manabí), donde ya vive con su familia.

En la Casa del Hombre Doliente se repite el panorama de abandono. Ello llega a entristecer a Carlos, quien tras ser operado de la cadera en una clínica nadie se hizo cargo y llegó este año a ese sitio.

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Como el resto de residentes recibe apoyo médico a diario. Allí se suman 53 residentes, que al menos en un 66% (35) permanecen abandonados, según Francia García, jefa médico.

Al igual que Ordóñez, García dice que la visita periódica de un familiar les cambia el día a los residentes y los motiva en su tratamiento. Es una desilusión que les prometan volver y no lo hagan, recalcan.

Hoy, en Neurociencias se apela al trabajo ambulatorio para evitar el abandono y se advierte a familiares que hay penas de uno a 16 años por abandono de una persona. (I)

Apuntes
Abandono

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Hombre Doliente
Para brindar ayuda u ofrecerse como voluntario en la Casa del Hombre Doliente puede llamar al 221-2145.

Neurociencias
En el Instituto de Neurociencias hay 20 residentes de pensionados; el resto en su mayoría pasa en nivel de abandono, por ellos la Junta gasta $ 700 por comida, hospedaje y ropa de residentes abandonados.