La Arquidiócesis de Guayaquil manifestó este viernes que "ha procedido con celeridad y transparencia, tanto en el campo de la justicia ordinaria como en el canónico", respecto al caso de supuestos abusos sexuales y torturas a al menos diez adolescentes, hoy jóvenes de entre 25 y 29 años, por parte del sacerdote Fernando I., quien hasta el 2013 ejerció como párroco en una iglesia ubicada en la ciudadela Acuarela del Río, en el norte de Guayaquil.