Salió del aula y rápidamente fue a cambiarse de ropa para entrar a la arena y hacer galopar al caballo. Catalina Pérez es parte de un grupo de estudiantes que recibe clases extracurriculares en la Escuela de Equitación Razonada Equusrazo, ubicada en el km 13,5 de la vía a Samborondón.

“Yo lo acaricio al caballo, me siento satisfecha de lo que estoy aprendiendo, a mí me encanta estar en contacto con este tipo de animales. Tengo un abuelo que tiene una hacienda, él me enseñó a montar el caballo, pero no cómo trotar, solo me enseñó lo básico. Me relajan estas clases, amo estar aquí”, expresa emocionada Catalina.

Ella estudia en la Unidad Educativa Monte Tabor Nazaret y puede acceder a recibir la capacitación mediante un convenio que firmó la institución con Ana María Westphalen de Vries, directora de la escuela de equitación, en abril.

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Fernanda Villarroel, una de las instructoras, comenta que los alumnos aprenden sobre el equilibrio en el caballo, confianza, giros, dirección, hacen paseos y hasta trotan en los equinos.

“Es impresionante lo rápido que avanzan clase a clase. Este deporte les da mucha confianza y autoestima, porque les hace sentir que están liderando a un animal tan grande y con tanta fuerza; les da mucha seguridad”, dice Fernanda.

Participan niños de cuatro años en adelante. Solo se pueden tomar dos clases semanales.

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Las dos clases semanales y particulares cuestan $ 250, los del convenio pagan $ 200.

Las clases duran alrededor de una hora. La UEMTN ofrece servicio de expreso sin costo para trasladar a los alumnos a la academia y regresarlos al colegio una vez finalizadas las clases. (I)