De las laúd, al 2002 quedaban 5.000 hembras.
La caguama es muy vulnerable a la pesca incidental.
Por esfuerzos binacionales entre México y EE.UU., la población de la lora aumentó.
La golfina peligra por la pesca ilegal.
La carey, por el tráfico de su caparazón.
La verde es la más abundante y a su vez una de las más explotadas.