El atacante se pone encima de la víctima que permanece acostada en el piso y debe controlar los dos brazos del agresor, presionándole las dos muñecas. Después empuja una de las manos hacia el ombligo y con la pierna opuesta pisa sobre el hombro de su oponente. Se cierra el triángulo de pierna, como se observa en la foto, ‘asfixiando’ al agresor unos diez segundos.