Capriles tilda de irresponsable a Correa, Maduro lo defiende

El líder opositor venezolano Henrique Capriles tildó ayer de ‘irresponsable’ al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, por llamarle golpista y asegurar que apoyó el golpe de Estado contra Hugo Chávez en el 2002.

“Son inaceptables las declaraciones, además irresponsables, por parte del presidente de Ecuador”, dijo Capriles al ser consultado por la prensa sobre las declaraciones de Correa.

“El señor Correa (...) pasó la línea, él no tiene derecho de calificar a ningún venezolano y él tiene que respetar a nuestro país”, añadió el opositor, quien anoche (pasadas las 20:00) señaló en su cuenta de la red social de Twitter que daría a conocer “los regalos al Gobierno de Ecuador”. “Les adelanto que son más de 6300 millones de $!”, escribió, pero hasta el cierre de esta edición no proporcionó los datos anunciados.

Horas antes, Capriles insistió que “golpistas son otros” y emplazó a Rafael Correa a presentar pruebas, “porque si no queda como un mentiroso, irresponsable”, añadió.

Las declaraciones de Capriles se dieron en torno a la respuesta que el mandatario ecuatoriano dio a Ana Pastor durante una entrevista que se transmitió el domingo pasado por la cadena CNN. A la pregunta de si “¿Capriles es un golpista?”, Correa respondió: “Por supuesto, toda la derecha venezolana. Mire el rol de Capriles en el golpe de 2002, en el golpe de Estado contra Chávez, apoyó el golpe”.

“Hay golpismo permanente” en la región, agregó Correa, quien además reiteró que los comicios venezolanos del 14 de abril fueron “transparentes y democráticos” y que “no hay por qué dudar” de la victoria de Nicolás Maduro.

Capriles afirmó que hay gobernantes cuya “actitud es propia de quienes están tratando de que no se conozca la verdad” y para los que esa verdad significaría que se conocieran “todos los regalos que se le han dado a algunos presidentes en el mundo”.

Previamente, el líder opositor había pedido, a través de Twitter, ‘respeto’ y que Correa “no se meta” en los asuntos internos de Venezuela.

En tanto, Maduro salió en defensa de su colega ecuatoriano. “Pa’lante hermano presidente Correa, pronto nos veremos para seguir uniendo a nuestros hermosos pueblos Suramericanos de Ecuador y Venezuela”, afirmó en Twitter. Para el presidente la respuesta que le dio Capriles a Correa fue un ataque “con odio” a los presidentes “hermanos del continente”.

Capriles arrasó en exterior

El último informe del CNE, que incorpora los sufragios del exterior, reveló ayer que la brecha entre Maduro y Capriles en las presidenciales del 14 de abril se redujo de 272.000 a 224.000 votos, de 1,8 a 1,49 puntos.

Los venezolanos que residen en el exterior –gran parte repartidos entre Estados Unidos, España y Colombia– emitieron un total de 57.992 votos, de los que 53.845, un 93,13%, fueron para Capriles, mientras que 3.918 (6,77%) fueron para Maduro.

Con estos últimos resultados electorales, Maduro alcanza los 7’586.251 votos, 50,61% del total, y Capriles le sigue con 7’361.512, 49,12%.

El último boletín del CNE se difundió en medio de una jornada en la que se inició la polémica auditoría de los resultados de los comicios presidenciales y que la oposición rechazó por no ser exhaustiva.

‘Imposible’ hacer una auditoría como la han planteado, dijo la presidenta del CNE, Tibisay Lucena el pasado sábado.

El bloque opositor solicitará antes del próximo lunes la impugnación del resultado.

Según la ley electoral, Capriles tiene plazo hasta el 6 de mayo para impugnar los resultados ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

“El próximo paso, como ya he indicado, será la impugnación para agotar todo lo que es la instancia interna”, dijo.

Capriles ha dicho que su objetivo es que los comicios se repitan, así sea de forma parcial en las mesas donde se prueben irregularidades.

El diario opositor Tal Cual destacó que de la impugnación ante el TSJ no debe esperarse “ningún resultado concreto” ante la “impunidad jurídica” venezolana.

Marchas por Día del Trabajo

El chavismo y la oposición han convocado a movilizarse por el Primero de Mayo, en medio de un clima político crispado tras el estrecho resultado de las elecciones presidenciales del 14 de abril.