Panes personalizados. Ese es el toque de 400 Grados. Su nombre hace referencia a la temperatura con la que se cocina el pan dentro de un horno.
La empresa es de Husseyn Mansouri, un joven de 27 años que llegó a la ciudad hace dos años luego de vivir en Nueva York y en Israel. En el primer lugar fue donde aprendió sobre el pan.
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“Me di cuenta que hay mucha variedad de productos, hay bastantes locales de hamburguesas y comida rápida, pero siempre con el mismo pan, entonces pensé en una receta exclusiva para cada uno de ellos”, dice.
Agrega que la línea de panadería es grande, pero su fuerte es acercarse a clientes corporativos y ofrecerles un pan que los diferencie del resto, todo a domicilio.
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Para cada cliente la receta varía. Cuenta que un pan de 6 cm con sabor a ahumado ha sido uno de sus grandes desafíos.“Nos acercamos al cliente, vemos el lugar, el menú y lo que busca el cliente. Nosotros queremos entrar al ambiente para saber lo que quiere brindar”, explica.
Comenzó hace ocho meses con solo un trabajador: un panadero, además del fundador. Con el tiempo ya cuenta con nueve personas. Empezó haciendo el pan para Yogur Persa, luego vino Mundo Burguer (en Urdesa). Ahora su cartera de clientes es más larga. En Samborondón es muy común ver el camión de 400 Grados repartiendo los panes en la Primax o Wally´s. Su producción actual a diario es de 2.000 panes.
“Siempre un pan tiene una gama, entre dulce y sal, la gama es con la que puedes acercarte a uno de estos lados”, comenta.
En diciembre del año anterior a través de su cuenta Twitter @400_grados, fue muy mencionado por la creación de un pan de Pascua relleno con nutella y manjar. Lo llamaron Pascuatella y su entrega fue solo a domicilio.
Sin embargo, el negocio no lo es todo. 400 Grados tiene su lado social y se trata de entregar panes gratuitamente al Banco de Alimentos. Esta labor lo hacen desde hace cuatro meses.
“La idea es desarrollar un pan específico para ser donado al Banco de Alimentos”, cuenta Nasim Forrotan, encargada de la responsabilidad social de la empresa. Por ahora están en la prueba de recetas para crear el pan para ellos.
A esta fundación entregan dos veces a la semana, la cantidad es variada. “Son panes que no pasan el control de calidad por su tamaño, a lo que exige el cliente, y son consumibles”, asegura Husseyn.
Aparte crearán una gama de sándwiches, y por la compra de uno, un pan será donado al Banco de Alimentos.