Plantas, ropa, zapatos, joyas, alfombras, juguetes, carteras, comida, cuadros y hasta alimentos orgánicos. En los bazares al aire libre, que tan de moda se han puesto en Sambo, se puede encontrar casi todo aquello que se buscaría en un local de un centro comercial.

La receta de los bazares o ferias tiene algo que cautiva a los compradores, porque durante los días que permanecen abiertos, convocan gran cantidad de gente.

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Ropopompón, El Mercadito, La Placita, Artsenal, El Bazar de Plaza Lagos y Love Festival son algunos de los bazares que se han realizado en Samborondón.

Al aire libre

El primero, en 1998, fue Ropopompón, organizado en Navidad en el Paseo Comercial Bocca, cuando el lugar se llamaba Centro Comercial Oasis.

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“Participaban principalmente amas de casa ofreciendo sus artes manuales, adornos navideños, de hierro forjado, vitrales, madera, flores secas, delicatessen, tortas y, además, se invitaba a fundaciones de asistencia social”, explica María Teresa Bourne, del departamento de Marketing de Bocca. Ella añade que la iniciativa siempre tuvo mucha acogida.

“En el 2004 fueron 78 puestos, llenaron todos los parqueos”. En el 2011 la modalidad cambió, se comenzó a realizar todos los jueves el Bocca Night Bazar.

Uno de los bazares que más ha cautivado al público de Samborondón es El Mercadito, que se realizó por primera vez en septiembre del 2010. Las ideas surgió de una conversación entre Gabriela Zea, Pierina Álvarez y Alexa Altgelt.

El Mercadito (se realiza en el Parque Histórico) “surgió por la necesidad de tener un punto de encuentro donde la comunidad pueda comprar y vender productos únicos y distintos a lo tradicional que se encuentra en un centro comercial en un ambiente agradable al aire libre”, explica Alexa Altgelt.

El éxito del bazar, que se ha realizado unas ocho veces con un promedio de 6.500 visitantes por cada edición, se debe a que “existían bastantes microempresarios en casas sin la oportunidad de tener un vitrina comercial masiva”, asegura ella.

En la primera edición se dieron cita unos 30 expositores; en la última, en diciembre del 2012, unos 60. “Siempre mantuvimos la idea de hacerlo tres veces al año y desde el comienzo le echamos ganas, mucho trabajo y fe a nuestra idea, constantemente estamos buscando cómo mejorar el evento para que trascienda en el tiempo”, afirma Alexa.

En un centro comercial

Otra feria que se desarrolla con continuidad es Artsenal. Las organizadoras son Daniella Morales, Mariela Ayala y Karen Tugendhat.

La feria incentiva el arte y los productos hechos a mano por artesanos. La primera vez que se realizó fue en octubre del 2010.

Daniella hace accesorios para el cabello y cuenta que la idea nació porque “siendo artesana me encontré con la necesidad de buscar un lugar en donde pueda dar a conocer mis creaciones. Es muy importante para los artesanos tener un espacio físico que les permita exponer sus productos y para los compradores es importante poder apreciar lo que compran con todos los sentidos”, dice ella.

El evento comenzó en Guayaquil, pero luego de una invitación pasaron a Samborondón, dentro del centro comercial Village Plaza. Con el tiempo se han dado a conocer con la ayuda de las redes sociales Facebook y Twitter.

En la primera edición solo hubo 15 expositores, ahora son más de 40. Cada espacio cuesta $ 75.

Lo novedoso de este tipo de feria, asegura Daniella, es que todos los productos son hechos en Ecuador y, por lo tanto, la competencia con los locales se puede dar.

“Sería mentir decir que los productos de Artsenal no compiten de alguna forma con otros locales comerciales, sin embargo la competencia es lo que nos obliga a innovar y presentar nuevas oportunidades y variedad para los consumidores”, afirma.

75
Dólares cuesta un stand en Artsenal
(Village Plaza)

“Es una manera distinta de comprar y vender que no debiera ser una amenaza para ningún establecimiento convencional comercial. ”.
ALEXA ALTGELT