La dirigencia indígena de la nacionalidad huaorani afirmó que su pueblo está en alerta roja desde ayer por el ataque a una familia huaorani en la provincia de Orellana, supuestamente cometido por los indígenas no contactados de la tribu tagaeris-taromenane.

Sus pronunciamientos se dieron luego de una reunión con la gobernadora Denise Coka, en Pastaza, con quien coordinaron el ingreso a la zona en conflicto para rescatar los cuerpos de los fallecidos.

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El ataque sucedió en un sector conocido como Awemodo, ubicado a una hora y media de Yademtado. Este último poblado se encuentra a unas ocho horas de Tiwino, vía carrozable, adonde los cuerpos habrían sido ya trasladados por sus familiares.

El hecho habría ocurrido la madrugada de ayer. Según los huaorani, habría dos personas fallecidas y otras estarían heridas, de acuerdo con la información que recibieron en la provincia de Pastaza.

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La dirigencia de Pastaza viajó a Orellana, al mediodía de ayer, para desde allí, acompañada de autoridades de la Fiscalía de esa provincia, ingresar al sector donde habría ocurrido el incidente, afirmó la gobernadora.

Los fallecidos por el ataque son miembros de la familia Onehuay. El esposo, de 55 años, habría recibido ocho lanzas en el cuerpo y su cónyuge, de la misma edad, tres. No se ha confirmado todavía si con la pareja estuvo alguno de sus hijos.

El asesor de la organización huaorani en Orellana, Eduardo Pichilingue, señaló que de acuerdo con información preliminar que recibieron, los fallecidos son: Ampore, líder de la comunidad Yademtado, y su esposa Buganey.

El vicepresidente de la nacionalidad huaorani, Gilberto Nenquimo, indicó que la mujer fue encontrada por familiares aún con vida, pero falleció al ser trasladada a Yademtado.

Nenquimo teme que los familiares de Onehuay, compuesto por al menos nueve hijos, tomen venganza contra los nómadas tagaeris e inicien una persecución en el interior de la considerada zona de preservación, donde se encuentra esa población no contactada.

Yademtado está ubicado al final de la vía Maxus, por la zona del bloque petrolero 16 que opera la petrolera Repsol.

“Para la cultura huaorani, una muerte con lanza casi siempre implica una venganza, entonces los dirigentes huaoranis están tratando de enterarse qué ha pasado”, explicó Eduardo Pichilingue, asesor de la Organización indígena huaorani de Orellana.

Los tagaeris son huaoranis que en la década del sesenta decidieron no dejarse conquistar por los religiosos y petroleros, por lo que se adentraron en la selva al mando de Tague, jefe que murió hace más de 20 años.