Blanca Layana, una vida dedicada a las partituras

Por primera vez dirigirá una orquesta sinfónica, aunque ya tiene experiencia en liderar pequeños conjuntos musicales, sin embargo, lo suyo –considera– es la composición y arreglos de canciones y obras.

Se trata de Blanca Layana de Guerra, quien se sube esta noche al escenario principal del Teatro Centro Cívico Eloy Alfaro para dirigir a la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, que ejecutará cinco de las creaciones de la compositora guayaquileña.

La primera obra del repertorio de esta noche es Poema ecuatorial, la cual –afirma Layana– ya ha sido tocada en Guayaquil e incluso en el extranjero.

La segunda melodía es Guayas y Quil, que ha sido ejecutada por la Orquesta Sinfónica Nacional de Quito y también por otro grupo en Cuba, pero no en su ciudad natal.

Así que esta última composición sinfónica, al igual que una de las seis variaciones de El Capariche, de Sixto M. Durán, el pasillo Semillas del alma y Obertura de Adrián, que le compuso a modo de homenaje a su hijo, Adrián David, son estrenos para Guayaquil.

El pasillo cuenta con la intervención además de la soprano Yasmine Yaselga, mientras que en la obertura participa la soprano Viviana Rodríguez. Ambas cantantes líricas son las solistas invitadas del concierto de esta noche.

Layana ha desarrollado una trayectoria artística que se inclina principal y sólidamente en la creación de letras y músicas de distintos géneros, como trabajos sinfónicos y para piano, operísticos y pasillos.

Aprendió a tocar la guitarra y el piano. Sus estudios iniciales los realizó en el Conservatorio Nacional de Música Antonio Neumane de Guayaquil y su formación superior en música, específicamente en composición, la recibió en el Conservatorio Chaikovsky de Kiev, Ucrania, porque logró una beca.

En la década de los ochenta regresó a su país. No quiso quedarse en el extranjero porque para ella es importante estar con su familia.

Fue profesora del Conservatorio Antonio Neumane y también lo ha sido de entidades educativas, como la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil y el colegio Walt Whitman, donde estudió su hijo. Desde el 2001 enseña música en el colegio Alemán Humboldt y también para este establecimiento ha creado algunas canciones.

Fue miembro fundadora del Conservatorio Superior de Música Rimsky Kórsakov, cuyo rector fue el fallecido pianista Reinaldo Cañizares. La entidad cerró sus puertas el año pasado cuando cumplió 18 años. Layana fue allí profesora y luego, designada vicerrectora de la institución.

Para esa entidad, la compositora creó dos óperas infantiles, que se basan en las historias que leyó. Una lleva por título La luna de los niños y la otra, Juan Burrolón, artista.

Layana, quien dice que ha creado pocas obras porque no puede dedicarle el suficiente tiempo a su carrera, añade que ya desde hace algunos años había querido dirigir a la Sinfónica de Guayaquil, porque considera que la labor de este conjunto musical es muy buena.

El concierto que ella dirige hoy se lo ofrece a Reinaldo Cañizares, de quien se cumplirá la próxima semana un año de su deceso. “Él era un excelente profesor de piano y formó a quienes hoy son jóvenes talentos. Fue un idealista, una persona sencilla y exigente”, indica.

Apuntes
El concierto de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, en homenaje al fallecido pianista y maestro ecuatoriano Reinaldo Cañizares, se ofrece hoy, a las 19:30, en el Teatro Centro Cívico Eloy Alfaro, situado en la av. Quito y Bolivia. La entrada es gratuita.