Durante 20 años La negra, una Ford Bronco de 1979, acompañó a la familia Soriano. Junto a esa camioneta vivieron varias aventuras como remolcar dos vehículos en un torneo de rally en Ibarra, pero desde el pasado domingo Enrique Soriano decidió ponerla en venta.
Desde muy temprano llegó a la feria automotriz que funciona desde el 24 de noviembre en la explanada de Mucho Lote, en la avenida Francisco de Orellana, diagonal al redondel de Las Orquídeas.
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“Me da pena vender el carro, pero lo hago para comprarme una camioneta Ford Ranger. Yo vivo en Sauces IX y antes las ferias quedaban muy lejos”, expresa Enrique.
Esta es la primera vez que recurre a un patio automotriz para vender un vehículo, aunque no es el primer carro que vende. Por La negra pide $ 4.500, pero aceptaría una oferta mínima de $ 4.000. Este valor despertó el interés de los primeros visitantes ese domingo. A través de varios sitios webs sondeó el precio que debía pedir por su Bronco, aunque nada se compara con el valor sentimental de este vehículo que perteneció a su padre.
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Esta explanada, en la que antes solo se levantaba el polvo, se transformó totalmente desde que Carlos Valarezo decidió crear este patio de venta de autos.
“Dentro de Guayaquil no existía una gran feria automotriz. Las únicas cerca eran la de Durán y la de la vía a Babahoyo. La idea es hacer un gran patio de exhibición de las concesionarias de carros con una atención personalizada y organizada”, explica Fabián León, administrador de la feria.
Cada domingo hay aproximadamente 800 vehículos aunque los 42.000 m² del terreno podrían acoger hasta 2.500 automotores.
Al ingresar cada vehículo debe pagar $ 3, inmediatamente se le entrega un letrero en el cual se detalla el modelo y año del carro, precio y un número para contactarse.
“Este es un negocio nuevo para nosotros, ya he conversado con varias personas que me han dicho que en otras ferias se habían pasado semanas sin poder vender y que aquí han vendido hasta cuatro carros”, explica León.
Semanalmente cambian el color de los letreros y los marcadores para así evitar que los vehículos sorprendan a los organizadores y no quieran pagar los próximos domingos.
Un conocedor de ferias automotrices es José Robles. Él desde hace un año se dedica a la compra y venta de vehículos, lo que se ha convertido en su actividad comercial para poder subsistir. Aproximadamente, cada tres meses cambia decarro, pero dice que no es tan fácil como parece, ya que para no ser sorprendidos por delincuentes, las personas que se dedican a esto deben tomar ciertas precauciones.
“En la Comisión de Tránsito (del Ecuador) sale un historial de compra. Si hay más de un propietario no lo compro porque puede que sea robado o esté en algo extraño. Esto se lo puede revisar en internet o ir directo a la Comisión porque nadie trae el dinero en efectivo y te compra tu carro de una”, indica José.
Su Mazda Allegro del 2006 atrajo la atención de cinco personas que preguntaron el precio.
“A los que vienen les gusta ver un carro limpio, si les interesa el modelo preguntan por el precio, sino siguen su camino. Hasta 1.500 dólares se puede rebajar”, dice.
La organización y el espacio que tiene el lugar son dos de los aspectos que destacan. Además considera acertada la decisión de los organizadores de poner cascajo sobre la tierra y así evitar que por las lluvias se vuelva intransitable.
Roberto Lainez acudió el domingo pasado con su esposa, Evelyn Miranda, y decidieron buscar su primer vehículo. Él contaba con la asesoría de Juan Lainez, su padre. “El secreto es que así sea un carro del 88 debe estar en buen estado. Hay que ver el chasis y el motor para ver si puede aguantar. Yo también vendí un vehículo, pero estaba en buen estado. Como soy taxista me enteré de que había esta feria y lo traje para que vea los precios”, expresa Juan, mientras le señalaba a su hijo qué modelo podía comprar.
Los precios se ajustan a las necesidades del vendedor. Roberto Hanna lleva tres semanas en esta feria y aún mantiene la esperanza de vender su Mazda 3 a $ 15.000, ya que quiere comprarse una camioneta Ford F150.
“Yo renuevo de carro cada cuatro meses. Me gusta comprarlos usados porque no gasto en un modelo nuevo que me puede costar el doble. Yo soy igual que las mujeres que cambian de novio cada cierto tiempo”, manifiesta entre risas Roberto, de 25 años.
La feria está abierta todos los domingos, de 06:00 a 17:00.
En el interior de la explanada existen pequeños puestos de venta de comidas y sanitarios. Está prohibido el ingreso de vendedores ambulantes, indica Fabián León.
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Dólares es el costo de cada espacio para poder vender su vehículo dentro de esta feria automotriz en Mucho Lote.
Tips para vender y comprar carros
Historial
Dentro de los registros de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) está el registro de propietarios que tiene un vehículo. Los vendedores recomiendan revisarlo antes de realizar la comprar del carro.
Precios
Si le interesa algún vehículo chequee los costos que tienen para así poder negociar en la feria. Los vendedores reducen hasta en $ 1.500 según el modelo.
Policía
Constantemente miembros de la Policía Nacional revisan varios vehículos y comprueban que no sean robados.
Presentación
La limpieza exterior e interior del carro es una de las claves para vender un vehículo. Así como el buen estado del automotor.
“Primera vez que vengo. Estoy buscando mi primer carro. Los precios sí están convenientes, aunque también hay otros que están abusando”.
Roberto Lainez
Visitante
“Me da mucha pena vender mi carro, pero lo hago para comprarme otro. Quería probar suerte en esta feria que se abrió en noviembre”.
Enrique Soriano
Vendedor de vehículos
“Esto es nuevo y las personas vienen a buscar los mejores precios. Las otras eran más lejos y peligrosas, también es un lugar adecuado para los carros”.
Javier Cedeño
Vendedor