Cortes en la cabeza y laceraciones en rodillas y brazos son las huellas que un perro de raza pitbull dejó a un niño de 8 años. El menor fue atacado por el can, que se habría escapado de su casa, en el sector de Paquisha, en Pascuales.

Según la abuela del infante, es habitual que el perro agreda a otros animales. El día del incidente, “el perro se abalanzó a mi nieto, lo revolcó y como se protegió el cuello con los brazos, le mordió la cabeza”, dijo.

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No obstante, según el propietario del can, Édgar Ochoa, era la primera vez que mordía a alguien, pero reconoció que es agresivo por ser de esa raza.

Como medida de control, personal de Zoonosis se lo llevó al laboratorio de la institución para tenerlo en observación y confirmar si el can tenía o no rabia (este diagnóstico fue confirmado en junio pasado en otro animal en similar situación).

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Permaneció por quince días en el lugar, tiempo en el cual su dueño le llevó a diario la comida. Luego, el animal fue devuelto a su propietario, quien firmó un acta de compromiso de cuidarlo, arreglar el portal de su casa para que no vuelva a escaparse y tomar las precauciones cuando lo saque a pasear por el vecindario.

El ataque de este perro no es aislado. Al día se registra un promedio de doce a trece ataques (mordidas) de perros y gatos en la provincia del Guayas; son cerca de 400 al mes. De estos, 250 se dan en Guayaquil. El 90% lo causan perros, según estadísticas proporcionadas por Zoonosis.

Esta cifra se ha incrementado en relación con años anteriores. En el 2011 se dieron 3.573 mordidas con un promedio mensual de 300 personas afectadas; en el 2010, 3.300, y en el 2009 se reportaron 734 de enero a agosto en Guayaquil.

La mayoría de los ataques se daría por parte de perros callejeros, sostuvo Édison Villamar, jefe del departamento público.

Estos animales se observan en mayor número en las calles del suburbio y sur de la urbe, sin ningún tipo de control. Algunos son mansos, según los habitantes de algunos sectores, pero otros ladran a quienes pasan por el lugar, como se da el caso en la cdla. 9 de Octubre, donde cuatro perros –que pertenecen a un guardia– pasan sueltos e intimidan a los moradores.

“El control y manejo de los animales callejeros es responsabilidad de los municipios en coordinación con las autoridades de Salud”, reza el art. 123, cap. VI, del Registro Oficial 423 publicado el 22 de diciembre del 2006.

Esta responsabilidad municipal es ratificada en el Reglamento de Tenencia y Manejo Responsable de Perros, que consta en el Registro Oficial de febrero del 2009, y creado por los ministerios de Salud y de Agricultura, Ganadería, Acuicultura y Pesca. En el art. 19 se establece que “los municipios trabajarán en forma coordinada con entidades públicas y privadas en programas de control de perros callejeros y capacitación en tenencia responsable”.

Según el Cabildo, en Guayaquil hay 143.721 perros y 49.554 gatos. Y su control consiste en atender a los canes que son llevados a los centros de salud municipales, mientras que los callejeros, cuando hay una denuncia, son recogidos y llevados a Zoonosis.

Además, el reglamento establece en su art. 13 la implementación obligatoria de microchips o tatuajes como método de identificación de perros, por una sola vez.

El microchip, que cuesta de $ 25 a $ 35 en clínicas veterinarias, es un circuito electrónico del tamaño de un grano de arroz que se inserta debajo de la piel a través de una inyección.

El microchip, que se utiliza en el país desde antes del 2006 (fecha en que ya se tenían 7.000 animales registrados), se ha colocado a más de 20.000 mascotas por parte de veterinarias autorizadas por Agrocalidad, según estadísticas de Zoonosis, entidad que tiene copia de los registros. Pero “el ente encargado del control de la implementación del aparato es Agrocalidad”, sostuvo Villamar.

El funcionario, quien comentó que tiene que llamar mensualmente al organismo para que le envíen los registros, refirió que este proceso “no es obligatorio. Si no tiene plata y tiene un perro cholito, ¿quién se va a hacer cargo? No es como la vacuna que es gratuita, es más comercial”.

Este Diario solicitó durante un mes una entrevista con el director de Agrocalidad, Wilson Wong, pero no se obtuvo respuesta ni se proporcionó información sobre el control que se realiza en los criaderos de las razas pitbull y rottweiler, así como tampoco se dio a conocer cuántas mascotas ya tienen identificación.

Más datos: Reglamento
Perros como mascotas
En el art. 7, literales 1 y 3, se prohíbe tener como mascota todo perro que hubiese atacado a una o varias personas causándoles daño físico, cuando medie una denuncia; y se prohíbe tener pitbulls y rottweilers, por el potencial daño y severidad de lesiones que pueden causar ante un ataque al ser humano. Según los arts. 10 y 11, la reproducción y comercialización de pitbulls y rottweilers debe ser autorizada por Agrocalidad.