Desde hace varios años, y meses en algunos casos, las lavanderías se han convertido en un rentable negocio para quienes las han montado y en una gran ayuda para las personas que, por diferentes motivos, no pueden lavar su ropa en casa.
Es así como en las distintas etapas de la Alborada, Guayacanes, Samanes y Sauces, Viva encontró pequeños y grandes locales que generan ingresos por lavar, secar y planchar ropa y devolverla a sus dueños el mismo día o después de 24 horas.
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La mayoría de lavanderías atiende de lunes a domingo, desde las 08:30 hasta las 21:00, y ofrece el servicio de lavado y secado por precios que oscilan entre $ 0,15 por prenda y $ 2,75 por varias prendas.
Sus propietarios coinciden en que son mujeres y hombres solteros quienes más recurren a estos sitios, sobre todo los fines de semana y los lunes.
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Tradición lavandera
Hace trece años, Luisa Miranda inauguró su lavandería Nuevo Milenio en la Alborada 8ª etapa. Esta fue una de las primeras y también es de las que aún se mantienen en este sector.
“Cuando mi mamá comenzó, no había mucha competencia. Las personas buscaron los servicios de estos negocios porque dejaron de tener empleadas y debían trabajar”, recuerda Patricia Ramírez, actual propietaria.
En esta lavandería se cobra según el número de prendas: por diez piezas pequeñas, $ 1,50, mientras que el mismo valor se cobra por cuatro toallas o cinco sábanas. Aquí solo se realiza el lavado y secado de la ropa. Atiende de lunes a sábados, de 08:30 a 19:00, y los domingos hasta el mediodía.
En cambio, en la lavandería LYP (Lava y plancha) se incluye el servicio de planchado. Así los clientes cancelan $ 2,50 por la docena de prendas pequeñas. Si las piezas son más grandes, disminuye la capacidad de lavado por el mismo precio. El servicio a domicilio se incluye en los $ 2,50.
Este local lleva siete años funcionando y desde el pasado lunes lo hace en la Alborada 1ª etapa, antes lo hacía en la 7ª.
Ligia Carrión, propietaria, considera que “la clave para mantenerse en este negocio es dar un buen servicio y ser cumplido cuando entregan la ropa”.
Ropa limpia a domicilio
Lava Lava, propiedad de Judith Carrión Aguilar, tiene catorce años en el sector. Al igual que en los demás negocios destinados a este servicio, el sonido que producen las máquinas que con calor secan la ropa o en las que las prendas dan vueltas sumergidas en espuma, armoniza el ambiente y pocas veces cesa.
Carrión abrió Lava Lava porque “antes no había lavanderías en el sector”. Ella cuenta con la ayuda de cinco colaboradores, diez lavadoras y doce secadoras, y es así como puede brindar el servicio de lavado, lavado en seco, secado y planchado. El factor diferenciador de esta lavandería es que, si el cliente lo pide, se recoge y entrega la ropa a domicilio. Si es morador de Samanes, Guayacanes y Polaris, no paga ningún monto adicional, pero si no lo es, deberá agregarle a su factura $ 0,50. Para este servicio se debe llamar al 098-165-6603.
Su local es propio, tal como en el que funciona la lavandería La Fragancia, situada en Samanes 2 desde hace cinco años, propiedad de María Guerrero.
Ese mismo tiempo lleva funcionando El Rocío en Samanes 6 (mz. 232, villa 15). Jonathan Macías atiende en el sitio donde se lava, desinfecta y seca una funda o tacho de ropa por $ 2,75.
En cambio, en Lava Lava, el valor por quince o veinte camisetas o cinco o seis toallas es de $ 2 y $ 6 el planchado por docena, mientras que en La Fragancia, el costo por la docena es el mismo y por $ 5 la ropa sale planchada.
El lavado en seco, en ambas lavanderías, se lo realiza por medio de un convenio con una empresa especializada y el costo lo establece dicha compañía.
Nuevos negocios
Luego de trabajar por tres años en una lavandería en Sauces IV, Caridad Plano decidió emprender un nuevo desafío. Ella junto con su hijo Iván Moreno decidieron abrir la lavandería D’ Cary en la ciudadela Guayacanes.
Por su experiencia considera que la mejor manera para fijar el precio en este negocio es a través del peso de las prendas. “Cada persona tiene su método, nosotros lo hacemos por el peso. Esta es la mejor manera para hacer este trabajo”, puntualiza.
Por el lavado de cada libra de ropa, los clientes pagan $ 0,40. Por medio de una balanza, ubicada en un costado de la lavandería, se determina el peso exacto. El servicio que ofrece este local por ese costo incluye lavado, secado, planchado y perfumado.
“Los fines de semana son los días en que las personas más vienen a lavar, aunque también los lunes lo hacen”, comenta.
D’ Cary es una de las siete lavanderías que se encuentran en todo Guayacanes, la mayoría a lo largo de la av. Presidente José Tamayo.
Susan es otra lavandería. María Cercado perdió su trabajo como conductora de expreso escolar y decidió tener su propio negocio hace un año y medio.
“Los primeros días fueron duros porque tenía pocos clientes, solo he dañado una pieza de ropa y la tuve que pagar”, comenta.
Por las quince piezas livianas, María cobra $ 2; seis sábanas también se lavan por el mismo precio.
“Le saldría más caro si le hago por peso o por prenda. La ropa se entrega en la tarde si es que la viene a dejar en la mañana”, explica.
Completo autoservicio
Introducir una moneda en una pequeña ranura para que comience el ciclo de lavado o secado es lo que realizan quienes acuden a Tecnolavado, ubicada en Sauces 6.
Su propietaria, Alondra López González, cuenta que hace siete años abrió este local, cuya innovadora carta de presentación es el autoservicio.
Según recuerda, “al principio la cultura de la gente no era la del autoservicio porque estábamos acostumbrados a las lavanderías, donde uno deja la ropa para que le hagan todo lo que haya que hacerle. Ahora se les ha vuelto algo cotidiano, pero nos ha costado siete años entrar en el mercado y que la gente acepte este tipo de servicio”.
Tres años más en el mercado tiene Ximena Nieto, propietaria de Lavandería Selecta, en la manzana R6 de Sauces 9. Ella cobra $ 2 por lavar y secar doce prendas y $ 0,60 por planchar a vapor cada una.
A Tecnolavado, según López, acuden muchos jóvenes, pero también madres de familia como Mabel Zúñiga. El autoservicio “es una gran ayuda porque uno economiza, gastas menos luz, menos agua y ahorras tiempo”, comenta.
En Tecnolavado, el detergente es de cortesía y las máquinas son industriales. Por $ 1,25 se puede lavar lo que quepa en las lavadoras de carga doméstica, por $ 2,50 en las de 30 libras y por $ 3,50 en la de 45.
El tiempo que el autoservicio requiere es de una hora, ya que son 30 minutos de lavado y de 23 a 30 para el secado. Este último tiene un costo de $ 0,25 por 15 minutos. Pero quien quiere que le laven, sequen y doblen la ropa, debe pagar $ 2,20 y por planchado entre $ 0,50 y $ 0,55 por prenda.
Ubicación de lavanderías
Alborada
Nuevo Milenio (8ª etapa mz. 828, solar 5). LYP (1ª etapa mz. A, villa 24).
50
Lavanderías, aproximadamente, se ubican en este sector.
Samanes
Lava Lava (Samanes 4, mz. 412, villa 12). La Fragancia (Samanes 2, mz. 232, villa 15).
Guayacanes
D’ Cary (mz. 100, villa 11). Susan (mz. 13).
Sauces
Tecnolavado (Sauces 6, mz. 259 F8, villa 12).
“Desde hace cuatro años utilizo el servicio de lavandería porque no tengo tiempo de hacerlo en mi casa. Lo que uno ve es el precio de cada lugar”.
Rossana Bravo
Clienta de lavandería