Ya sea por coincidencia o por fortuna, los moradores del sector que forman parte del 91,95% de los ecuatorianos que afirman tener una religión, según el informe sobre filiación religiosa publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en agosto del 2012, cuentan con un espacio donde pueden demostrar su fe e interactuar con otros miembros activos de su doctrina.En estos recintos se han suscitado momentos apoteósicos para las vidas de sus practicantes, a través de la palabra de Dios, la oración, el estudio de la Biblia, el respeto a los Diez Mandamientos, etcétera.Normalmente, el día sagrado para los evangélicos, católicos y mormones es el domingo, ya que sus cultos, misas y reuniones sacramentales, respectivamente, se efectúan en el que consideran como el último día de la semana. Los budistas que acuden al templo Yuan-Heng Ecuador, inaugurado en el 2007 en La Garzota, también lo hacen ese día, pero no para recibir un discurso pastoral u obispal, sino para meditar y, en el caso de que un monje se encuentre en el sagrado templo, para recitar los sutras o las enseñanzas de Buda que constan en el Dharma, con el propósito de alcanzar la paz, sabiduría y felicidad.En cambio, los testigos de Jehová y los adventistas del Séptimo Día destinan el sábado a sus ceremonias y cultos, a los que las mujeres deben asistir con vestido o falda debajo de las rodillas y los hombres con terno o camisa y corbata.Iglesias católicas las hay en menor cantidad, pese a que lo que las caracteriza es que normalmente sus puertas están siempre abiertas -a diferencia de los templos antes mencionados– y de que el número de misas para el público es mayor que el de las ceremonias o cultos cristianos. Por ejemplo, en la parroquia Nuestra Señora de la Alborada, ubicada en la 3ª etapa (hace 35 años), hay misas de lunes a sábados a las 07:00, 08:00 y 19:00, y los domingos a las 07:00, 08:00, 10:15, 11:30, 18:00 y 19:00.Nelsi García, de 77 años, acude a misa de 07:00. Ella comenta que creció siendo católica y que no imagina cómo sería una semana de su vida sin recibir la comunión.Ella, al igual que los miles de fieles católicos, escucha la eucaristía, que dura una hora, y adora no solo la imagen de Jesucristo crucificado que se coloca en los altares, sino que venera a la Virgen María, al Divino Niño y a las estatuas de los distintos santos que, por lo general, están desplegadas en el interior de las parroquias como en la iglesia católica Padre Misericordioso (Urdenor 2), la parroquia María Rosa Mística (Sauces 8), la iglesia Beata Mercedes de Jesús Molina (Samanes 5), San Juan Apóstol (Guayacanes), San Miguel Arcángel (Sauces 1), Iglesia de la Niña María (cdla. Simón Bolívar), Nuestra Señora de Czestochowa (cdla. Brisas del Río) y en Santa Isabel Madre del Precursor (Sauces 6).Otro grupo religioso representativo en el sector son las iglesias adventistas del Séptimo Día, que pueden encontrarse en la 8ª etapa de la Alborada, Samanes, Sauces 9, la coop. Albonor y en Las Orquídeas. Julisa Miranda, una de sus miembros, explica lo que se realiza en las tres horas de los cultos de adoración: “En las mañanas nos reunimos para estudiar la escuela sabática, que es un tema general que estudiamos durante tres meses”.Julisa y el resto de miembros reciben cálidamente a los visitantes que por primera vez acuden a su iglesia. De igual forma lo hace el pastor Stephenson Celant, quien explica que los adventistas se consideran un pueblo que está esperando fervientemente la venida de Jesús y que pone mucho énfasis en la salud que va de la mano del bienestar espiritual.Ellos se rigen por la Biblia, no ingieren bebidas alcohólicas, solo pueden contraer matrimonio con parejas que compartan su fe y no cuentan en sus iglesias con imágenes reverenciales.La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días imparte su enseñanza en las distintas unidades eclesiásticas presididas por un obispo. Ellos cuentan con el Libro de Mormón, el cual apoya a la Biblia.En sus reuniones sacramentales, los miembros de la congregación cantan himnos, ofrecen oraciones y hablan sobre temas del Evangelio. Tanto ellos como los evangélicos y adventistas entregan el diezmo o el 10% de sus ingresos a su iglesia.En tanto, algunos de los salones de los Testigos de Jehová se sitúan en Álamos, El Cóndor y en la tercera, séptima y octava etapas de la Alborada. Aquí también los visitantes son recibidos “con los brazos abiertos como si no fueran recién llegados”. Uno de ellos es Segundo Mena, de 82 años. Él acude a la ceremonia con la Biblia en mano todos los jueves y sábados para “aprender la palabra” y porque siente una “amistad total” con los demás miembros, quienes no celebran ninguna festividad ni aceptan transfusiones de sangre.En la primera media hora de reunión se estudia la palabra de Dios, intercalando cantos, y en la hora restante se dedica a revisar La Atalaya.3 De cada diez creyentes afirman asistir una vez a la semana a algún culto religioso, según indica el INEC.","isAccessibleForFree":true}
Los católicos reciben la comunión en la misa en Nuestra Señora de la Alborada. Foto: redaccion
Basta recorrer las calles del norte de la ciudad, pero observándolas detenidamente, para descubrir sitios que antes eran territorios desconocidos, como las decenas de templos de distintas religiones. Entre ellos, evangélicos de las 52 denominaciones existentes, católicos, testigos de Jehová, mormones y hasta un templo budista, los cuales se han asentado en la misma zona hace ya varios años.
Este viernes en un fallo de 7 contra 2 los magistrados bloquearon sus planes porque estiman que no se les da suficiente tiempo para impugnar su expulsión.