El papa Benedicto XVI nombró al arzobispo de Guayaquil, monseñor Antonio Arregui, miembro de la decimotercera asamblea general del sínodo de obispos en Roma, que será del 7 al 28 de octubre próximo. Es la primera ocasión en la historia del país que el sumo pontífice hace tal distinción directamente a una autoridad eclesial.

Arregui es parte de los doce arzobispos designados por el papa, quien también ha seleccionado el mismo número de cardenales. Ellos se sumarán a cerca de 200 sacerdotes sinodales, como se llama a los religiosos participantes.

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Un sínodo es una convocatoria que se realiza cada tres años con el propósito de reunir a los presidentes de las conferencias episcopales, arzobispos y obispos de varios países, para tratar temas de la Iglesia católica.

En esta oportunidad el lema del sínodo es ‘La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana’.

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“Es proponer el evangelio de siempre, pero de manera adaptada, de tal forma que incida en las circunstancias actuales”, dijo monseñor Arregui.

El Vaticano considera que la migración, la globalización, la crisis económica, la proliferación de sectas religiosas, el consumismo, el nihilismo y el hedonismo obligan a una nueva evangelización, de ahí la importancia de esta cita.

Monseñor Antonio Arregui, quien también es presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, tomó con agrado la designación y, según dijo, se trata de un gesto de afecto de parte del sumo pontífice hacia la Iglesia ecuatoriana.

“Se entiende como una muy particular referencia del santo padre para con el Ecuador”, manifestó el religioso, quien dijo sentirse bien de salud, luego de que en noviembre del año pasado fuera sometido a una operación de corazón abierto en la clínica Kennedy.

Junto con él viajarán los monseñores Julio Terán, quien administra interinamente la Diócesis de Santo Domingo, y Jesús Esteban Sádaba, quien se desempeña como vicario apostólico en el Coca.

El pontífice nombró también padres sinodales a los cardenales Joachim Meisner (arzobispo de Colonia, Alemania), Vinko Pulji (Bosnia-Herzegovina) y Polycarp Pengo (Dar as Salam, Tanzania).

También a los cardenales Christoph Schonrdon (Viena), George Pell (Sídney, Australia), Josip Bozani (Zagreb), Peter Erd (Budapest), Agontino Vallini, vicario general para Roma; André Vingt-Trois (París), Oswald Gracias (arzobispo de Bombay, India), y Francesco Moraglia, patriarca de Venecia (Italia). Mientras que por América destacan los sacerdotes Carlos Aguiar Retes (Tlalnepantla México), Héctor Rubén Aguer (La Plata, Argentina), José Octavio Ruiz Arenas (emérito de Villavicencio, Colombia), entre otros religiosos.

El 11 de octubre, durante la asamblea del sínodo, el papa Benedicto XVI también inaugurará el año de la fe, que comenzó hace medio siglo el Concilio Vaticano II.

Al finalizar la cita internacional, los curas entregarán sus recomendaciones y propuestas sobre los temas que se abordarán con el papa.

Antes del sínodo, Benedicto XVI viajará el 4 de octubre a Loreto (Italia), con motivo del 50º aniversario del Concilio Vaticano II y siguiendo los pasos de Juan XXIII, quien visitó el santuario ese día en 1962 para poner bajo la protección de María el concilio.