La comunidad internacional celebra hoy el Día Mundial de la Libertad de Prensa, conmemoración que fue instaurada en mayo de 1991 con el manifiesto llamado la Declaración de Windhoex, cuyo contenido exhorta a los pueblos del planeta a declarar ilegal la censura de prensa por ser un grave atentado contra los derechos humanos.
Asimismo, en ese memorable encuentro se pidió a estados y gobiernos a garantizar constitucionalmente la libertad de prensa. Por su parte, la Conferencia Mundial de la Unesco aprobó aquella declaración y fijó para el 3 de mayo de cada año la conmemoración que en la actualidad llama a profundas y oportunas reflexiones.
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De esta manera, se abrió un nuevo foro para conocer y evaluar hasta qué medida el trabajo de los periodistas y la tarea de informar de los medios de variada índole tienen el respeto de los gobiernos y de los organismos internacionales y regionales, etcétera, que se consideran progresistas por las facilidades que otorgan al libre ejercicio del periodismo.
En esta misma fecha, los ecuatorianos rememoramos el natalicio de Octavio Cordero Palacios y los decesos de Nicolás Jiménez Mena, Cosme Renella Barbatto, César Naveda Ávalos, Rafael Morán Valverde y Alfredo Pareja Diezcanseco, quienes con su obra impulsaron el prestigio a la nación.
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Cordero (Cuenca, 1870-1930) fue escritor, inventor y catedrático universitario; Naveda (San Andrés, Guano, Chimborazo, 1898-Guayaquil, 1932), brilló como médico y escritor de avanzada y obtuvo reconocimiento en Europa. Renella (Guayaquil, 1890 - Quito, 1937) es otro pionero de la aviación ecuatoriana; Morán Valverde (Guayaquil, 1904-1958) protagonizó el combate naval de Jambelí de 1941 al mando del cañonero Calderón.
Jiménez (Quito, 1880-1940), fue brillante periodista y editorialista y jefe de Redacción en EL UNIVERSO; Pareja Diezcanseco (Guayaquil 1908-1993), hizo investigación histórica, novela, crítica literaria, docencia y diplomacia.